‘Last Class’ para volar más barato, ¿pero a cambio de qué?

Hasta ahora, si queríamos volar por dos duros, teníamos la opción de la Clase Económica y las aerolíneas de bajo coste. Sin embargo, actualmente algunas compañías aéreas han inventado el término informal de "Last Class" ("Última Clase"), que en realidad sólo es una nueva categoría para la venta de los peores billetes de avión

Los pasajeros que adquieren estos billetes baratos deben saber que sus asientos se encuentran siempre en la parte final de la cabina, una zona bastante incómoda, transitada y ruidosa, pues es donde se ubican los aseos. Asimismo, no pueden elegir los asientos ni cancelar los billetes, y en el caso de que haya problemas técnicos con el avión (y tener que cambiar de vuelo y recibir nuevas plazas) serán los últimos en ser atendidos. También tienen que pagar extras para facturar su equipaje o solicitar comida a bordo, pero aun así el ahorro puede ser sustancial.

Estirando el negocio

En cualquier caso, expertos del sector opinan que esta medida se irá adoptando progresivamente entre las líneas aéreas tradicionales. Para Phil Derner, director de NYCAviation, «existe la ‘Last Class’ porque las compañías necesitan estirar su negocio y los pasajeros, acostumbrados a los precios de Ryanair o Easyjet, están dispuestos a ocupar los peores asientos del avión con tal de obtener un buen descuento».

En Reino Unido, British Airways ya ha comenzado a ofrecer un servicio de bajo coste solamente para pasajeros con equipaje de mano. El Grupo IAG ya llevaba tiempo probando medidas similares en Iberia antes de lanzarlo al gigante británico. en Estados Unidos, Delta Airlines ya ofrece un billete de clase turista «básico» y American Airlines acaba de anunciar que va a ofrecer billetes «sin florituras» a precios mucho más económicos.  

Últimos asientos
Cierto escepticismo

Estas dos últimas compañías, conscientes de la creciente demanda por los vuelos asequibles, se han inspirado concretamente en dos  aerolíneas low cost americanas –Frontier y Spirit-, que aunque son dos de las más fiables en términos de puntualidad, son también dos de las que más quejas reciben.

Por este motivo, varias organizaciones de consumidores están siguiendo de cerca el asunto. Para Kendall Creighton, de FlyersRights.com, «las compañías low cost generalmente presumen de un cierto estilo friendly, pero muchas veces esos viajes se convierten en una auténtica pesadilla. Además, son tantas las cosas que esos pasajeros se pierden a la hora de volar, que podemos afirmar que parecen ciudadanos de segunda».

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