Las diez peores preguntas a realizar a una azafata

Business Insider publica este martes un artículo donde repasa las peores bromas y comentarios llenos de estereotipos que los pasajeros realizan a las auxiliares de vuelo

Business Insider ha realizado una lista con los peores comentarios que los pasajeros realizan a las auxiliares de vuelo. La prestigiosa publicación destaca bromas pesadas y comentarios trillados. El artículo se pone en la piel de una azafata, Ellie Geronikolos, que explica las peores frases que ha escuchado en su vida profesional.

1) Así que nunca estás en casa. «Esta es probablemente una de las preguntas más recurrente que me hacen. Y, sí, casi siempre precedida por la palabra así«, asegura. Esta azafata explica que probablemente pase más tiempo en su casa tumbada en el sofá que cualquier persona que tenga un empleo normal. “En el transcurso de un mes, hago un promedio de alrededor de 70 a 80 horas de vuelo. Así que, no, estoy en casa un poco”, concluye.

2) ¿Qué es lo más absurdo que te ha pasado en un vuelo? Una pregunta difícil, según dice, ya que su respuesta nunca es del gusto de nadie. “Cuando alguien te mira con los ojos muy abiertos, esperando una historia digna de una película de acción protagonizada por Liam Neeson, no queda muy contento con que le explique que una vez un bebé me vomitó encima”, dice.

3) ¿Os puedo llamar azafatas? “No criticaré a las personas por ser políticamente correctas. Ahora bien, no me importa que me llamen azafata. He visto auténticas luchas internas de pasajeros por encontrar el nombre adecuado para describir mi empleo. Demasiado a menudo, termina con un ¿Te puedo llamar una azafata? o un ¿ya no os gusta que os llamen azafata, verdad?”.

4) ¿Tu trabajo es como en Pan Am? Ay, los referentes televisivos. Ahí va una respuesta cargada de ironía. “Sí, sí, lo es. De hecho, tengo que dejar de escribir ahora porque mi helicóptero acaba de aterrizar para que me lleve al trabajo. Ser realistas por un minuto. No tiene ningún parecido a esa serie. No puedo hablar de cómo era ser un auxiliar de vuelo hace 50 años, pero hoy en día, no es nada de eso. No trabajamos con la misma gente, que tiene estancias de un mes de duración, ni hacemos contrabando en nombre de la CIA”.

5) ¿Es cierto lo del club de las alturas? Ellie Geronikolos empieza riéndose en el tono de susurro con el que los pasajeros preguntan este tema. No, en sus tres años de carrera profesional, jamás ha visto un encuentro sexual en un lavabo de un avión.

6) ¿Hay muchos homosexuales entre los auxiliares de vuelo masculinos? «No estoy realmente segura de por qué aceptamos socialmente esta pregunta, pero por alguna razón me la hacen un par de veces a la semana. Nunca he tenido la tentación de preguntar a mis amigos que son maestros si hay muchos profesores gays en su escuela. Dicho esto, sí, hay muchos asistentes de vuelo homosexuales, pero también hay un montón de asistentes de vuelo heteros”.

7) El mejor amigo de mi tío es azafato, ¿le conoces? Geronikolos es contundente: No. Es un sector con miles de profesionales.

8) ¿Tienes un novio en cada ciudad? La pregunta evoca a los marineros, que tenían una mujer en cada puerto. O al menos eso se dice. Pero, ¿es así la vida de las auxiliares de vuelo? “Supongo que probablemente debería estar ofendida ligeramente por esta pregunta, pero me lo han preguntado tantas veces. No, no tengo un novio en cada ciudad. Trato de pasar mi tiempo explorando los destinos que tengo la suerte de poder visitar. No me encontrarás en una barra de un bar esperando a conocer a alguien”.

9) ¿Buscas un trabajo de verdad? “No sabía que un trabajo que ofrece unos ingresos estables, grandes beneficios y requiere que se trabaje entre un grupo de grandes profesionales no se clasifique como irreal. Estoy cansada, y, francamente, un poco ofendida, de oír esta pregunta».

10) ¿Quieres salir con un piloto? “Aquí está, la pregunta más típica de todos los tiempos. Sí, por supuesto, mi objetivo en la vida es en realidad ser la novia de un piloto. Esa es la razón por la que me convertí en un asistente de vuelo, después de todo”. Pura ironía.

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