Las aerolíneas ponen coto al cigarrillo electrónico

Las aerolíneas empiezan a mover ficha con el uso del cigarrillo electrónico a bordo de los aviones. No sólo recuerdan al inicio de cada vuelo que está prohibido fumar, incluso en el baño, sino que además, algunas de ellas ya especifican que está prohibido el uso del e-cigarrillo.

Iberia alerta a sus pasajeros desde diciembre del veto hacía un producto cuestionado por su función y consecuencias. Fuentes de la compañía apuntan que la decisión se tomó como medida de precaución ya que los clientes ven humo y no distinguen su origen.

Vueling ha seguido los pasos de su compañera de viaje en el holding IAG. La aerolínea que preside Álex Cruz también prohíbe cualquier tipo de cigarrillo electrónico durante el vuelo.

Ryanair es otra de las compañías que se suma a las aerolíneas que han puesto coto a los e-cigarrillos. Aunque en este caso, con matices. La empresa irlandesa sí permite el uso de los aparatos que no emiten humo. De hecho, hasta ofrece la posibilidad de comprarlos a bordo.

El presidente de la Asociación Nacional de Cigarillos Electrónicos (ANCE), Manuel Muñoz, asegura que respeta las decisiones de todo el mundo, pero que no las comparte. Principalmente, porque “no es tabaco, pero el desconocimiento del sector y del producto puede llevar a algunas compañías a tomar decisiones precipitadas”.
 

 
Los e-cigarrillos pueden o no contener nicotina y funcionan a través de una bateria que estimula el mini vaporizador. De ahí que los profesionales sostengan que no se puede equiparar con las consecuencias nocivas propias del tabaco vegetal así como sus efectos en los fumadores pasivos.

“Al vapear no se produce una combustión, como ocurre cuando fumas tabaco, lo que se produce es una condensación. Y el vapor de agua ni molesta, ni contamina ni perjudica a los vapeadores pasivos”.