La tragedia de Kárpatos clava la puntilla a Egipto y su aerolínea

EEUU y Egipto alimentan la teoría del atentado terrorista en Egyptair, aerolínea que tenía prohibida la entrada en Rusia, principal mercado turístico emisor para el país. Ya la empresa había perdido la mitad del tráfico desde la Primavera Árabe de 2010.

Egyptair recuerda a Malaysia Airlines. Dos compañías aéreas que afrontaban sus crisis particulares hasta que sufren dos percances de gravedad en poco tiempo. El caso de la aerolínea nacional egipcia es, sin duda, menos dramático si se mide por la cifra de víctimas mortales –aún por confirmar—, pero es igual de nocivo desde el punto de vista empresarial y de supervivencia de la firma. También para la mayor industria del país: el turismo.

Este jueves de madrugada, despareció un A320 de Egyptair con 56 pasajeros y diez tripulantes. Grecia concentra la búsqueda y la operación de rescate en la isla de Kárpatos. Llueve sobre mojado. La aerolínea sufrió un secuestro hace mes y medio y Rusia, principal mercado emisor de viajeros a la zona, le retiró los permisos de vuelo después de que el Estado Islámico hiciera explotar un A321 de Metrojet sobre la península del Sinaí.

El gobierno de Sherif Ismail se muestra incapaz de garantizar la seguridad de la aviación egipcia en general y la de Egyptair en particular. Desde 2010, cuando la Primavera Árabe convulsionó la zona, la aerolínea nacional ha perdido la mitad de los pasajeros y ello ha conducido a una drástica reducción de la flota y servicios. Hoy apenas cuenta con 55 unidades, la mayoría de medio y corto radio.

Víctima de su propia crisis

Egyptair ya era víctima de la crisis turística del sur del Mediterráneo, que favorece a mercados como el español. Ahora la situación queda agravada con el segundo traspié en mes y medio, que mina la cofianza en la firma. El vuelo MS804 salió desde París a las 23:09 horas con rumbo a El Cairo y desapareció a las 02:30 horas a una altitud de 37.000 pies (11.280 metros) en el espacio aéreo egipcio, a 280 kilómetros de la costa.

Ruta del MS803, desparecido el 19 de mayo de 2016

«No hubo nada inusual», explica Ahmed Adel, videpresidente de Egyptair, a Reuters. «La búsqueda y rescate de la aeronave por las fuerzas aéreas egipcias está en marcha en la posición donde perdimos el contacto. Aún están buscando y no han encontrado nada».

El piloto sumaba 6.275 horas de experiencia de vuelo, incluidas 2.101 horas en el A320. El primer oficial tenía 2.766 horas. Controladores del tráfico aéreo griego hablaron con el comandante cuando sobrevolaba la isla de Kea, en lo que parece la última conexión con el avión. El tiempo en la zona era «calmado», confirma el jefe de meteorología de CNN, Michael Guy.

«El piloto no alertó sobre ningún problema», explica Kostas Litzerakis, jefe del departamento de la aviación civil de Grecia. Sin embargo, durante el ingreso al espacio aéreo de El Cairo, los controladores helenos fueron incapaces de contactar con el piloto y el avión desapareció de los radares poco después de abandonar el espació aéreo, añade Litzerakis.

Egyptair confirmó las nacionalidades de los pasajeros a bordo:

  • 30 egipcios
  • 15 franceses
  • dos iraquíes
  • un británico
  • un belga
  • un kuwaití
  • un saudí
  • un sudanés
  • un chadiano
  • un portugués
  • un argelino
  • un canadiense

«Todas las causas del desastre son posibles, desde un fallo técnico grave a una acción terrorista o cualquier otra circunstancia». «Esto será confirmado cuando inspeccionemos los restos del avión y transcribamos sus cajas negras», explica un responsable de la industria de la aviación egipcia, que pide a Reuters anonimato.

Planes que se desvanecen
 


Tanto si se trata de un atentado como de un accidente, los planes de Egipto para recuperar el brío turístico sufren un serio revés. El icónico país preparaba una estrategia para recuperar el flujo de viajeros en los próximos meses.

El ministro de Turismo, Yehia Rashed, desgranó en seis puntos cómo lo pensaba hacer. «Trabajaremos de la mano de Egyptair para llegar a nuevos destinos y apoyaremos a las aerolíneas chárter y de bajo coste para atraer más turistas», explicó hace unas semanas a Cerodosbe  –editado por Economía Digital—.

La obsesión de Rashed es, por ahora, «subir el nivel hasta los estándares internacionales más altos». Todo con la sostenibilidad entre ceja y ceja, se comprometía. «Mi único objetivo es que vuelvan a venir grandes números de turistas a Egipto. Para ello, necesitamos una acción concertada y asociación con las partes implicadas».

Este jueves, la pieza clave del plan turístico de Egipto se desvanece en aguas de Kárpatos, en una catástrofe aérea que compromete aún más su futuro. —con información de Lin Noueihed y Eric Knecht (Reuters) en El Cairo.

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