La devaluación del viajero frecuente: las aerolíneas ponen más trabas para ganar premios

Air Europa no acumula millas en sus tarifas promocionales, una táctica habitual en la alianza Skyteam. American Airlines, United y Delta han elevado el número de millas para reclamar premios y British e Iberia no otorgan millas en función del trayecto sino de la tarifa

Las ventajas de ser viajero frecuente sufren una fuerte devaluación. Las aerolíneas ponen cada vez más trabas para obtener millas mientras suben el listón para conceder los premios. La restricción ha llegado al extremo de que muchas tarifas económicas ya no acumulan ni una sola milla, incluso en viajes trasatlánticos con precios superiores a los 1.000 euros.

Buena parte de los billetes disponibles en clase turista no aplican para el programa de viajeros frecuentes de Air Europa. La aerolínea reconoce que cuando los usuarios eligen las tarifas no son conscientes si tienen derecho a millas o no, aunque explica que en los términos y condiciones del billete –la famosa letra pequeña— sí se detallan todas las restricciones. Consciente del malestar entre los viajeros frecuentes, Air Europa prepara un cambio de condiciones para su programa Flying Blue  este verano. El propósito del nuevo plan es «minimizar el impacto de no obtener derecho a millas».

«Viajé con Air Europa desde Sudamérica y seis meses después me doy cuenta de que la tarifa que elegí no daba derecho a acumular millas. Me parece una práctica desleal con el viajero porque si la empresa lo dejase claro, hubiese elegido otra tarifa que me diera derecho a acumular millas», explica María González.

La práctica se ha extendido a buena parte de las aerolíneas, en especial las pertenecientes a la alianza Skyteam. «Todas las compañías asociadas tienen esa misma política», explican desde Skyteam a la que también pertenece Lufthansa, Alitalia y Air France. 

La devaluación de los programas y el endurecimiento de los requisitos para obtener premios no sólo es una realidad europea sino que se ha extendido en Estados Unidos donde las quejas de los viajeros frecuentes de American Airlines, United y Delta han llegado hasta los tribunales.

Las millas que ya no son millas

United Airlines anunció el año pasado un cambio repentino en las condiciones de su programa de viajero frecuente. Un billete desde Estados Unidos al sudeste asiático pasó de costar 140.000 millas hasta 260.000 millas, mientras que un vuelo de primera clase entre Estados Unidos y Europa se disparó de 135.000 hasta las 220.000 millas.

Delta también comenzó a aplicar una táctica hasta ahora desconocida en Estados Unidos pero que ya había sido incorporada por British e Iberia. Las millas no se otorgan por el trayecto sino por la tarifa. Así, un mismo viaje de ida en la misma clase puede asignar una cantidad de millas diferente en el mismo viaje de vuelta.

Las normas de los programas de viajero frecuente son distintas en cada compañía y pueden estar sujetas a cambios sin previo aviso, tal como advierten las condiciones de estos planes de fidelización. En España, el viajero disconforme sólo cuenta con la vía de la reclamación ante los organismos de Consumo. En Estados Unidos, donde los hoteles y las tarjetas de crédito asociadas a estos programas también han puesto barreras, el camino es diferente. El Gobierno ha animado a acudir a los tribunales a los consumidores que se sientan estafados. 

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