La aviación comercial apuesta por los motores a reacción usados en el espacio

El fabricante aeronáutico BAE Systems invertirá 32 millones en desarrollar un sistema que adapta la tecnología de los vehículos espaciales a los aviones de pasajeros. Esto sólo es posible gracias a la utilización del oxígeno atmosférico para la propulsión de la aeronave

Volar cinco veces por encima de la velocidad del sonido. Esto es lo que plantea Reaction Engines, compañía dedicada al desarrollo de tecnología de aviación, y por la que ha apostado decididamente BAE Systems, uno de los mayores fabricantes mundiales del sector aeronáutico. La firma con sede en Reino Unido trabaja desde hace meses en un tipo de motor a reacción, conocido como SABRE (por sus siglas en inglés, Synergetic Air-Breathing Rocket Engine) que adaptaría el sistema de los vehículos espaciales a los aviones de pasajeros.

El uso del oxígeno atmosférico para la propulsión del vehículo reduciría drásticamente la necesidad de altas dosis de combustible y por lo tanto la carga de la aeronave.  Según el comunicado difundido por BAE Systems tras la compra del 20% de Reaction Engines, por el precio de 20,6 millones de dólares (31,8 millones de €), este tipo de motor también permitiría una «transición» a modo cohete, que haría posible volar hasta 25 veces por encima de la velocidad del sonido.

Enfriar miles de grados en pocos segundos

Una de las claves de esta revolucionaria tecnología es el sistema de enfriamiento que incorpora este tipo de motor. De tal manera que las altísimas temperaturas que se generan durante la propulsión del vehículo son rebajadas a gran velocidad sin que afecten al buen funcionamiento del motor.  

Según el fabricante, otra aplicación novedosa de los motores SABRE sería la reutilización de los vehículos espaciales, al ser capaces de aterrizar y volver a pisar suelo sin que su estructura se vea dañada. 

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