Iberia negocia para que Airbus acelere la entrega de 16 aviones

El objetivo es reducir los plazos que separan la llegada de cada unidad y, por tanto, adelantar la puesta en servicio del A350, el avión más moderno del fabricante europeo; Gallego promete a los inversores retornos del 12%.

Iberia ha entablado conversaciones con Airbus para adelantar la entrega de los 16 nuevos aviones que compró en verano, cuya recepción se prolongará, si no hay cambios, hasta 2020. El objetivo de las negociaciones consiste en reducir los plazos que separan la llegada de cada unidad de A330-2 y en avanzar a antes de 2018 la puesta en servicio del vanguardista A350-9. La aerolínea de Barajas adquirió ocho ejemplares de cada modelo mediante un pedido en firme que se formalizó el 1 de agosto.

El primero de los nuevos reactores, un A330-2, llegará en diciembre de 2015. El margen es inamovible debido a los periodos de fabricación estipulados por Airbus. Sin embargo, Iberia ha detectado la posibilidad de que, a partir de esa entrega inicial, se acelere el resto. El objetivo final es que el avión más moderno del fabricante europeo, el A350-9 –que debutará esta semana con Qatar Airways–, pueda trabajar para Iberia antes de lo previsto, en 2018.

Las conversaciones, confirmadas por fuentes oficiales de la filial de International Airlines Group (también matriz de Vueling y British Airways), se conocen pocas semanas después de que Air Europa anunciara que empezará a operar con el B787-8 un año antes del plazo previsto. La llegada a la aerolínea competidora del avión más eficiente de Boeing permitirá la apertura de rutas hasta entonces inalcanzables para Air Europa, cómo México, por la actual composición de su flota.

Detrás de la maniobra de Iberia también se encuentra la sustitución, antes de lo previsto, de los ocho aviones más antiguos (A340-3) y en los que se ha decidido no invertir para cambiar las butacas, el sistema de entretenimiento, ni en dotarlos con tecnología que permitan la conectividad mediante wifi (servicios presentes en el resto de unidades). Estos aparatos se reemplazarán por los A330-2 que Iberia quiere recibir antes.

Las negociaciones con Airbus forman parte del nuevo plan de futuro de Iberia. El presidente de la firma, Luis Gallego, da por zanjado el programa de transformación, eufemismo que acuñó el antiguo responsable, Antonio Vázquez, para referirse a los despidos colectivos y al recorte de rutas organizado en 2013. Gallego ha avanzado este lunes a los 18.000 empleados el nuevo procedimiento, construido en base a cinco grandes objetivos, «que pone al cliente en el centro de la estrategia», según la documentación que se ha entregado a la plantilla.

La hoja de ruta se traduce, en términos financieros, en un retorno de la inversión del 12%. Los parámetros se han anticipado a la comunidad inversora, que mantuvo este viernes un encuentro con el presidente de Iberia. Gallego espera que este año se cierre con beneficio operativo si no hay imprevistos que afecten al negocio. El resultado final estará aun impactado por los costes de la reestructuración, que han afectado con contundencia a la posición de caja de la aerolínea.

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