Enaire promete no atornillar más a los controladores

La matriz de Aena entierra el hacha de guerra con los trabajadores. Enaire ha publicado un decálogo interno de Política de Cultura Justa en la que se compromete a no castigar a los empleados que denuncien errores cometidos. Los sindicatos dudan.

Enaire entierra el hacha de guerra con los trabajadores. La matriz de Aena, que gestiona la navegación aérea en España, ha publicado una carta interna con nueve medidas de Política de Cultura Justa. En la misiva, a la que ha accedido 02B, se aboga por una cultura de la confianza no punitiva cuando se cometen errores humanos, en pos de la seguridad aérea. 

El documento recalca que «es importante que cualquier evento que pueda afectar o hubiese afectado la seguridad aérea sea notificado completa y libremente». Para ello, el gestor del tráfico aéreo en los cielos españoles establece nueve medidas.

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La más innovadora es la promesa de que «no se adoptarán medidas disciplinarias contra el empleado que notifica» una alerta de seguridad, a no ser que haya «acciones dolosas, negligencias o imprudencia grave acreditada». 

Cambio de actitud

Las nueve medidas intentan poner fin a la cultura del castigo que ha adoptado Enaire con su personal –especialmente los controladores aéreos- desde el cierre del espacio aéreo español en noviembre de 2010. ¿Funcionará? «En todo lo que sea mejorar la seguridad aérea, USCA –sindicato mayoritario de controladores– estará allí», ha subrayado a 02B Susana Romero, secretaria de comunicación del sindicato. 

Según Romero, la Cultura Justa «rige en toda la aviación mundial como política de confianza para garantizar la seguridad aérea». Por ello, la también controladora pide que la nota «no se quede sólo en intenciones».

«Faltan herramientas»Â 

Precisamente, el sindicato Spica vierte comentarios similares. Tomás Virseda, portavoz de la agrupación, recuerda que el documento «se ha publicado unilateralmente, lo que no es un buen comienzo». Según él, la rama de olivo que tiende Enaire es poco creíble «tras años de cultura punitiva» hacia los empleados. 

En el mismo sentido, el representante sindical insiste en que «la confianza en abstracto es buena, pero faltan herramientas que sustancien la nueva cultura que quiere desarrollar Enaire». 

Mano de seda

En el trasfondo de la carta –publicada en la intranet de la empresa- subyace un nombre: el de Ãngel Luis Arias, director general de Enaire y que firma la misiva. Nombrado en mayo, Arias es respetado en el sector del control aéreo por su conocimiento de la industria y su talante dialogante. No obstante, los sindicatos sostienen que «sólo con buena actitud no es suficiente».

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