Elon Musk quiere conducir en la Luna

SpaceX enviará vehículos rodantes a la Luna, una iniciativa de una empresa japonesa para impulsar el turismo lunar

El millonario japonés Yusaku Maezawa será el primer turista que orbite alrededor de la Luna en 2023, y estará acompañado por un grupo de ocho artistas para que encuentren la inspiración en el espacio exterior. Pero lo de salir a caminar por la superficie del satélite no será posible por un buen tiempo.

Sin embargo hay empresas que quieren impulsar la colonización turística de la Luna. Es el caso de Ispace, una firma aeroespacial japonesa que vaticina la llegada de 10.000 visitantes anuales al satélite para el 2040, además de una colonia permanente de 1.000 habitantes.

Vuelven los vehículos rodantes a la Luna

Ispace firmó un acuerdo con SpaceX, la sociedad de Elon Musk (fundador de PayPal y Tesla) que pondrá en órbita a Maezawa y sus amigos. El objetivo es que para el 2020 el cohete Falcon 9 lleve un vehículo que orbite alrededor de la Luna, y para el año siguiente, una nave aterrizará para depositar vehículos rodantes.

La firma japonesa Ispace vaticina que para el 2040 habrá 10.000 turistas en la Luna por año

Por lo pronto, estos vehículos, más avanzados que el ‘coche’ que habían manejado en la misión Apolo 15, serán autónomos y se dedicarán a la exploración de los recursos minerales e incluso de agua en el satélite. De hecho, la sonda Chandrayaan-1 detectó hace pocas semanas evidencias de que hay hielo de agua en la superficie lunar.

Al espacio y más allá

Pero Ispace se alinea con la visión de Elon Musk de dirigir los esfuerzos a la colonización del astro. “Compartimos la visión de SpaceX de abrir las puertas de la vida en el espacio exterior, por eso estamos contentos que estemos juntos en la primera etapa de este viaje”, dijo Takeshi Hakamada, consejero delegado de la firma de exploración espacial.

Esta empresa captó más de 80 millones de euros en diversas rondas de financiación, donde participaron gigantes como Suzuki y la teleco KDDI.

El sueño del turismo lunar

El proyecto de Ispace y SpaceX es un paso más en una carrera llena de obstáculos tecnológicos y costes siderales para poner un turista a caminar (o andar en vehículo) en la Luna.

El Apolo 17, en 1972, fue la última misión tripulada al satélite. Aunque pasaron cuatro décadas, los proyectos de colonización turística de Elon Musk requieren de una tecnología que no existe más que en los papeles.

Por ejemplo, cabe recordar que los astronautas de las misiones Apolo alunizaban en un módulo que se acoplaba a la nave principal, que orbitaba alrededor de la Luna. Pero para llevar turistas, se requeriría un vehículo más grande (si se pretende algún tipo de comodidad), que pueda llegar y salir del satélite de manera autónoma. Y eso todavía no existe.

Costes siderales

Una nave así costaría más de 15.000 millones de euros, y además del turista selenita, también deberían llevar a tripulantes que puedan pilotear el módulo, como si fuera el chófer de un bus espacial.

Por eso Maezawa y sus amigos artistas contemplarán la superficie lunar pero desde la distancia. Si quieren poner un pie en ella, tendrán que esperar alguna década más.

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