El rey de los helicópteros se juega la reputación en plena crisis del fuego

Trabajadores de Inaer denuncian irregularidades en los sistemas de seguridad que han traído hasta 67 víctimas desde el año 2000. Desde la firma y el comité de empresa asumen años malos pero presumen: "En los últimos tres años no ha habido ni un accidente fatal".

El negocio del fuego ha sido muy rentable hasta el momento en España. Un mercado a la carta. Ya son 22 los detenidos por el amaño de contratos públicos en la extinción de incendios entre responsables políticos y dirigentes de las compañías. Entre la maraña de investigaciones y registros, el debate de la seguridad de los pilotos asoma con fuerza.

«Si bien el riesgo cero de accidentes es imposible, es intolerable que una compañía como Inaer -la más grande del país- acumule 67 víctimas mortales desde el año 2000″, denuncian fuentes vinculadas a la empresa a 02B. Desde la compañía niegan la mayor: «Los ratios de accidentes fatales por 100.000 horas de vuelo en los últimos 36 meses es de cero», presumen.

«Si hubiera tantos errores y deficiencias, la Armada y la Sociedad Civil Francesa no nos estarían otorgando contratos», presumen. Además los responsables aseguran «no tener constancia de haber pactado contratos» en una ronda de inspecciones que afecta a todo el sector.

La firma libra una batalla laboral que vivió su punto álgido al despedir a una de sus pilotos por señalar actuaciones fraudulentas en materia de seguridad. A la beligerancia del sindicato SLTA se unen comunicados de denuncia del Comité de Empresa. «Nos sentimos engañados», lamentan tras el despido de nueve trabajadores.

Impunes por la legislación española 

La operadora ya se ha sentado en el banquillo en más de una ocasión. Sin embargo, tiene una baza a su favor: Los informes elaborados por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC), dependiente del Ministerio de Fomento, no pueden ser utilizados en los juzgados. «Muchas veces se detectan irregularidades pero el juez no puede imputar a nadie», abundan.

Un ejemplo es el accidente del helicóptero AW-139 en Almería, en enero de 2010. El vehículo salió a realizar tres maniobras de entrenamiento. A su vuelta, y a sólo siete kilómetros del aeropuerto de la ciudad andaluza, se desplomó contra el Mar Mediterráneo. Tres miembros de la tripulación fallecidos y ningún responsable en la firma.

El estudio elaborado por el CIAIAC detectó hasta 7 fallos de responsabilidad de la compañía. Desde una mala instrucción a la falta del listado de Equipos Mínimos y a un Mando de Operaciones Especializadas desactualizado. No pudo determinar, pero, la causa concreta del choque. Fuentes de Inaer explican que «se han tenido en cuenta las recomendaciones realizadas por la Comisión».

Diferencias con los casos mediáticos

El texto elaborado por Ministerio de Fomento señala a la gerencia de la empresa. El accidente fatal se saldó sin responsables pese a que la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial (COPAC) denunciaron a la compañía por irregularidades en la formación del personal.

Mientras, el accidente de Mariano Rajoy en 2005 significó una multa de 90.000 euros para el piloto pese a demostrarse que carecía de los conocimientos necesarios para pilotar la aeronave en cuestión.

Desde el Comité apuntan que si bien es cierto que el 2011 fue un año muy malo, se han realizado avances de seguridad muy grandes. «En los dos últimos años no ha habido ningún accidente», celebran.

Multitud de ejemplos

«Amparadas en el libre albedrío que reinaba en la extinción de incendios y el salvamento marítimo, las compañías han hecho lo que han querido», lamentan fuentes sindicales. El número de ejemplos es amplio. Uno: No existe un protocolo para el transporte de personas con enfermedades infecciosas, como quedó claro durante la crisis del ébola en España. «Se trasladaron posibles afectados sin la protección suficiente», ilustran.

En un vídeo publicado por Crónica Balear se puede ver como los trajes distan mucho de los vistos en los traslados, por ejemplo, en Estados Unidos. «Inaer tiene a 85 médicos y enfermeras en plantilla y junto a ellos hemos desarrollado un protocolo de seguridad convincente», contradicen.


El riesgo sobrepasa al personal

No sólo han traído sustos. «En Galicia falleció una percebeira porque el aparato no llegó a tiempo a realizar la operación de salvamento marítimo», ilustran. La empresa valenciana tenía al personal de guardia imaginaria, por lo que podían tardar cuarenta minutos en llegar en lugar de los 10 minutos que estipula la guardia. «Una maniobra para ahorrar costes», denuncian.

La Asociación Gallega de Mariscadores ha denunciado a dos responsables de la Xunta y al director general de Inaer, Juan Fernando de Miguel Posada, por «de delitos de omisión del deber de socorro, homicidio imprudente, prevaricación y denegación de auxilio». Desde la firma son claros: «El servicio que prestamos es el que nos pide el cliente, es él quien lo regula».

Un protocolo ¿disfuncional?

Según la normativa europea los profesionales están obligados a reportar las irregularidades en materia de seguridad en un máximo de 72 horas a las compañías. Éstas, a su vez, tienen tres días para notificarlas a la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA). «El protocolo no funciona, los empleados tienen miedo a represalias», explica un trabajador. Desde el Comité no le otorgan credibilidad:  «Hay que reportar lo que hay que reportar, no haciendo denuncias».

Cómo explicó 02B en diciembre, Inaer despidió a una piloto por denunciar directamente a AESA que la firma volaba con los mecánicos a bordo en las operaciones de extinción de incendios con la flota Kamov. Algo prohibido desde 2006 por la European Aviation Safety Agency (EASA).

«Aesa nunca nos dijo que no podíamos volar con un mecánico a bordo, está permitido en operaciones de incendios», defienden desde la sociedad. «El certificado tipo del helicoptero lo deja bien claro y el Real Decreto 750/2014 no lo prohibe en ningún lugar», sentencian. Además, niegan que el despido se deba a la notificación, «pero no podemos dar motivos concretos, vulnera las leyes de privacidad».

Despido
Condiciones laborales

Además de los riesgos, el personal debe asumir unas condiciones laborales precarias. «Los mecánicos, de nacionalidad, búlgara, ucraniana y rusa son contratados por día», explican fuentes sindicales. «Gente con mucha experiencia, formada, que de sufrir un accidente realizando una operación ilegal -como la descrita anteriormente- no tienen la protección del seguro», lamentan.

Los salarios levantan las mismas dudas. La compañía incluyó en el convenio colectivo que, de no llegar al 85% de la programación -ella impone el porcentaje- el sueldo de un copiloto se queda en 600 euros brutos y el de los comandantes a 1.100. «Sin contar los atrasos, que pueden alcanzar los 21.000 euros en 2015», ilustran.

«El principal exponente de esta situación es Inaer«, explican representantes del sector. «Sin embargo, lo es porque es la empresa más grande del sector», argumentan. No es un problema aislado. «Es un problema de raíz, ahora que están perdiendo varios contratos, si no se actúa, la compañía que le sustituya realizará las mismas prácticas», lamentan.

El Comité de Empresa, por otro lado, ha querido resaltar las favorables condiciones laborables que se dan en la compañía, ejemplifcado en una subida salarial para el 100% de la plantilla en las últimas semanas.

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