El pulso taxistas-Uber deriva en violencia en Barcelona

Dos coches de conductores arden de noche y se produce una nueva agresión

El conflicto entre taxistas y conductores Uber se enrarece. Dos vehículos de supuestos conductores de la aplicación para compartir coche han sido atacados en Barcelona de madrugada. Asimismo, se ha producido una nueva agresión contra un taxista con licencia, que no se ha denunciado. Las autoridades apelan de nuevo a la calma y al imperio de la ley.

Fuentes de los Mossos d’Esquadra han informado que han abierto una investigación. La polícia autonómica admite que dos automóviles fueron pasto de las llamas en la zona de Sant Martí de la capital catalana. Con la investigación abierta, los Mossos no confirman si se trata de vehículos de conductores de Uber.

 

Paralelamente, los taxistas han denunciado públicamente una agresión física contra un miembro del colectivo. La víctima, según fuentes sindicales, habría preferido no denunciar. Se trata de la segunda trifulca entre conductores de Uber y taxistas en Barcelona tras un incidente similar en el Aeropuerto del Prat en septiembre.

Llamada a la calma

Hablando para 02B, el gerente del Instituto Municipal del Taxi de Barcelona ha tildado los episodios violentos de «inaceptables». Eduard Ràmia ha emplazado a los 12.000 taxistas con licencia en la ciudad condal a «acudir a los Mossos d’Esquadra, Guardia Urbana o IMET» si detectan un conductor sin permiso.

«Contra Uber se ha hecho todo lo que se ha podido«, ha recordado Ràmia. La aplicación, presente también en Madrid, ha recibido un expediente de cese de actividad que no ha cumplido. En paralelo, las autoridades han incoado unos 80 expedientes contra conductores de Uber cazados en el acto.

Habrá más. El parlamento catalán está debatiendo la modificación de la ley catalana del taxi para inmovilizar los vehículos. La medida, ligada a los presupuestos de 2015, acompañaría sanciones de 4.001 euros a los conductores ilegales.

Marcha lenta

No obstante, los taxistas exigen más celeridad. Unos 300 miembros del colectivo Elite se manifestaron ayer por el centro de Barcelona para denunciar «la muerte del sector». La protesta acabó pacíficamente y finalizó ante del departamento de transporte de la Generalidad.

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