El Port de BCN sigue estancado pese a las exportaciones

La instalación marítima mantiene en los primeros ocho meses del año los mismos resultados de 2012, pero retrocede un 2% en el tráfico de contenedores

Ni la buena marcha de las exportaciones de las empresas catalanas ha conseguido remontar la situación atonía del Port de Barcelona, que dirige Sixte Cambra, antiguo dirigente de CiU. La infraestructura de transportes marítimos ha alcanzado una cifra de negocios de 109,4 millones de euros, la misma que registró también en los ocho primeros meses del pasado ejercicio.

El puerto barcelonés se ha relegado ya al tercero de España por tráfico de contenedores, según los datos oficiales de Puertos del Estado, por detrás de Valencia y Algeciras.

Tráfico idéntico

Aunque las exportaciones han avanzado, con un crecimiento del 8% en el tráfico de contenedores hasta agosto, el volumen total de tráfico que recaló en Barcelona fue de 28,8 millones de toneladas, justo el mismo que el obtenido el año 2012.

Aunque el puerto destaca en la presentación de sus datos el alto crecimiento de los contenedores exportados desde la capital catalana y que se ha convertido en un hub de productos petrolíferos y de vehículos, lo cierto es que la disminución de contenedores en tránsito (aquellos que se descargan en el recinto portuario para embarcase de nuevo con otro destino) se ha desmoronado en los primeros ocho meses de 2013, con lo que el tráfico total de carga en contenedores desciende un 2%.

Sólo funcionan los cruceros

El crucerismo sigue siendo una de las actividades más prósperas del Port de Barcelona. Hasta concluir agosto, el número de visitantes que utilizaron estas embarcaciones aumento un 12%. En total han pasado por el puerto 2,5 millones de viajeros, de los que 1,6 millones a bordo de cruceros y el resto en ferrys de líneas regulares.

Sólo la generación de caja (cash-flow) de la Autoridad Portuaria de Barcelona presenta una ratio positiva, con un crecimiento del 11% (ascendió a 64 millones de euros). El puerto lo atribuye a “un mejor ajuste de los gastos, tanto financieros como de gestión”.

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