El incansable embajador de la ‘Marca España’

La abdicación del Rey de España dejará un vacío en turismo que el nuevo Jefe de Estado, Felipe VI, deberá llenar. Su Majestad Juan Carlos I hizo de embajador para conseguir acuerdos como “el contrato del siglo” para construir un tren de alta velocidad entre las ciudades de Medina y La Meca en Arabia Saudí.

A Felipe VI, el próximo Jefe de Estado en España, le espera una ardua tarea. Deberá trabajar tan duro como su padre y antecesor para apoyar a la industria turística española. En efecto, durante 39 años de mandato, Su Majestad Juan Carlos I se convirtió en el mejor arma para promover la Marca España más allá de las fronteras de España.

El monarca intercedió por las grandes empresas españolas ante varios mercados, especialmente en Oriente Próximo. En este sentido, cabe destacar el rol que jugó el Rey para asegurar el bautizado como “contrato del siglo” para construir un tren bala entre Medina y la Meca en Arabia Saudí. Finalmente, un consorcio español liderado por OHL se adjudicó las obras, valoradas en 6.736 millones de euros.
 

 
El Rey jugó un papel clave en el contrato para el tren bala entre Medina y la Meca, valorado en 6.000 millones

 
Hubo más. La estrecha vinculación del monarca con varias familias del Golfo permitió cerrar acuerdos que benefician directamente el sector turístico nacional. La intervención del Rey durante un viaje a Kuwait aseguró que los ciudadanos de Emirates Árabes Unidos, cuyo poder adquisitivo es notable, viajarán a la Unión Europea sin necesidad de visado. El rol del monarca para cerrar este acuerdo ilustra su papel activo para con los gobiernos de la zona.

Su Majestad Juan Carlos I intentó facilitar un acuerdo similar para el mercado ruso, una área estratégica para la industria vacacional nacional. No en vano, el número de visitantes de la Federación Rusa a España crecerá un 7.5% hasta 2017. Así, aunque la ingente tarea diplomática española ha conseguido agilizar el proceso de tramitación de visados a España, la reciente crisis en Crimea ha teñido el proceso de interrogantes.
 

 
Juan Carlos I hizo de embajador de la Marca España en mercados emergentes como Rusia y Brasil

 
También en el aire ha quedado la adjudicación de un contrato para unir las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo (Brazil) con una línea de alta velocidad. Pese a la intercesión del monarca ante la presidenta Dilma Roussef, la adjudicación se ha pospuesto sine die. El contrato, valorado en unos 13.000 millones de euros, debería reabrirse a finales de este año o principios de 2015. Cabe recordar que un consorcio español opta a hacerse con el jugoso paquete de licitaciones.

Asimismo, el regente saliente intentó sellar la inversión en Alcorcón (Madrid) para construir el complejo de juego Eurovegas. Durante el proceso de negociación con el magnate Sheldon Adelson, el Jefe de Estado auspició reuniones privadas y audiencias públicas. Sin embargo, la inversión se truncó por las exigencias de Las Vegas Sands, consorcio promotor.

El papel del Rey Juan Carlos como pieza central y dinamizador de la Marca España tuvo también algún claroscuro. La polémica cacería de elefantes del monarca en Botsuana en 2012 le quitó parte del crédito y obligó al regente a pedir disculpas. Con todo, su descomunal tarea como embajador parece dejar aquel incidente en mera anécdota.

a.
Ahora en portada