El ex consejero delegado de Iberia, al juzgado por Caja Madrid

Rafael Sánchez-Lozano declarará como imputado por el caso Blesa. El anitguo responsable de Iberia y ex directivo de la entidad financiera tuvo un papel destacado en la compra del City National Bank de Florida.

Rafael Sánchez Lozano, ex consejero delegado de Iberia, deberá responder en los juzgados por su pasado. En concreto, por su vinculación con Caja Madrid, entidad que le permitió dar el salto a la aerolínea de bandera española. El juez del caso Blesa le ha imputado en la causa y espera tomarle declaración el próximo 24 de enero.
      

 
El juez imputa a la cúpula de Caja Madrid los delitos de abuso de posición dominante y administración social fraudulenta

 
El magistrado titular del juzgado de instrucción número 35 de Madrid, Juan Antonio Toro, ha imputado de nuevo a Miguel Blesa, ex presidente de la entidad financiera, y a parte de la antigua cúpula directiva por presuntos delitos de abuso de posición dominante y administración social fraudulenta cometidos en el marco de la compra del City National Bank de Florida en 2008.

El juez investiga si Blesa ocasionó pérdidas millonarias –se estima superiores a los 500 millones de euros– en la adquisición de la entidad financiera. La caja madrileña compró el 83% del que fuera el sexto mayor banco privado del estado de Florida por un importe de 708 millones de euros. Caja Madrid se hizo con la totalidad de la entidad estadounidense en 2010. Aportó otros 145 millones de euros.

Sánchez-Lozano realizó un papel activo en la compra del banco. El directivo, que ya tenía experiencia en el sector financiero tras haber trabajado en JP Morgan, ocupaba un puesto de responsabilidad en el área de participadas de la entidad. De hecho, fuentes del sector indican que en su mano estuvo la decisión de subir la participación de Caja Madrid en Iberia.

Poco después de llevarse a cabo la operación del banco de Florida, Sánchez-Lozano pasó a Iberia. En verano de 2009, asumió el cargo de consejero delegado con el objetivo de impulsar la fusión con British Airways. El último servicio del directivo de Iberia fue una de las reestructuraciones de plantilla más duras –alrededor de 3.000 empleos– que se recuerda en el sector. International Airlines Group, el holding que él ayudó a constituir, prescindió de su figura una vez quedó clara la salida inminente de Bankia del accionariado.

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