El conflicto Uber-taxistas entra en la semana clave

Arrecia la ofensiva contra la polémica aplicación Uber en Madrid, Valencia y Barcelona

Semana decisiva en la guerra abierta que enfrenta a los taxistas españoles con Uber. Los conductores con licencia de Barcelona decidirán el viernes si van a la huelga indefinida. Los contactos se suceden en la capital catalana para evitar una protesta que empezaría el fin de semana de la consulta catalana el 9-N. 

La última reunión entre administración y sindicatos tuvo lugar el viernes. A la misma no acudió La Élite, un grupo de unos 1.500 conductores muy activo contra Uber. La última decisión sobre la huelga se tomará en asamblea abierta el viernes.

Horas antes, unos cien taxistas se concentraban ante el Ayuntamiento de Barcelona para exigir una reunión con el alcalde de Barcelona, Xavier Trias. Para abrir una semana frenética, el colectivo presentará el lunes una nueva denuncia contra la aplicación para compartir vehículo.

Precisamente, el conflicto en Barcelona también pivota en torno a la legalidad. Un decreto -demanda orincipal de los taxistas- o una ley de acompañamiento presupuestaria podrían endurecer las sanciones contra la plataforma online de transporte. O, por contra, legalizar su actividad

Valencia

Mientras, en Valencia, Uber también acusa la presión. La aplicación se estrenó el pasado miércoles en la capital del Turia. Apenas dos días más tarde, el cuartel general de la aplicación en la ciudad fue rodeado por taxistas. La intención, según fuentes sindicales, era protestar pacíficamente.

Sea como fuere, la policía decidió tomar precauciones y sacó al responsable de la aplicación en Valencia por la puerta de atrás del inmueble. La ‘escuela de conductores‘ que Uber pretendía llevar a cabo tuvo que ser suspendida.

Madrid

En paralelo, la presión en Valencia y Barcelona también se redobla en Madrid. La Federación Profesional del Taxi de Madrid pidió el viernes «acciones contundentes» contra el polémico software. En una nota pública, el órgano de coordinación alertó de que tras un mes en operación en Madrid, Uber sólo ha recibido seis multas, dos de ellas efectuadas por policías municipales.

Los conductores exigen a la administración que «realmente controle y persiga a estos conductores ilegales». Según ellos, Uber «no es un servicio de transporte compartido, sino una compañía de alcance internacional«.

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