El aterrizaje de emergencia del ‘dreamliner’ genera serios problemas a Boeing

Un Boeing 787 (B787) operado por All Nippon Airways (ANA) ha aterrizado de emergencia este miércoles en Japón. Se trata del último de una serie de fallos técnicos de alcance que han forzado a dos grandes aerolíneas a dejar en tierra sus flotas de dreamliner –sobrenombre comercial–. El modelo apenas lleva volando unos meses tras años de retrasos. En España, el único comprador es Air Europa, la aerolínea de Globalia. El grupo turístico fundado por Juan José Hidalgo espera ocho entregas en 2016 (con opción a dos más).

Las dudas sobre la aeronave insignia del fabricante estadounidense, principal competidor del europeo Airbus, desarrollador del A380, ejercen presión sobre las acciones de la sociedad desde esta madrugada. Los mercados asiáticos permanecían abiertos en el momento del incidente. Los títulos de Boeing cayeron casi un 2% en las operaciones posteriores al cierre. Las de ANA bajaron más de un 1% en la bolsa de Tokio.

«Olor a quemado»

El B787 se dirigía de Ube a Tokio cuando miembros de la tripulación se percataron de que se habían conectado dos alarmas en cabina. Una alerta sugirió errores en la batería, mientras que el otro aviso indicaba humo en el compartimiento delantero eléctrico. El avión aterrizó de emergencia en el aeropuerto de Takamatsu tras percibirse olor a quemado. La reacción de ANA ha sido inmediata. Sus dreamliner se quedan en tierra. La aerolínea rival, Japan Airlines (JAL), también ha ordenado la vuelta al hangar de todos los B787.

La semana pasada, funcionarios del gobierno de los Estados Unidos (EEUU) y la propia Boeing anunciaron una investigación sobre el diseño, la fabricación y el montaje del B787 a raíz de los incidentes que han afectado al jet en los últimos días. La National Transportation Safety Board, el organismo encargado de la seguridad aérea en EEUU, ha comunicado este miércoles que investigará el aterrizaje de emergencia en Japón aunque se haya producido fuera del país.

El futuro de Boeing

El consenso de los expertos en aeronáutica señala al dreamliner como la clave para el futuro de Boeing. En su fabricación se han utilizando materiales compuestos y ligeros en vez de aluminio. Se pretende mejorar significativamente su eficiencia en combustible. «Todo lo que puedo decir en este momento es que trabajaremos con el cliente –ANA– para evitar futuros problemas”, dijo Lori Gunter, portavoz de la firma americana.

El incidente más reciente es el último eslabón de una cadena forjada a partir del aviso de un trabajador de mantenimiento de JAL. Descubrió un incendio eléctrico a bordo de un B787 vacio en Boston. En el mismo aeropuerto, otro vuelo con destino a Tokio abortó el despegue después de que un piloto de otro avión viera fugas de combustible. ANA canceló otra salida por errores en el sistema de frenado.

Para cerrar la semana trágica del B787, se descubrió una fuga de combustible, problemas en el generador y una grieta en cabina en otros tres aparatos del mismo modelo, también operados por ANA.

Retrasos contínuos

Boeing ha entregado 50 unidades de la aeronave. Cuenta con más de 800 pedidos en cartera de compañías aéreas de todo el mundo. El primer dreamliner fue recibido tres años después de la fecha pactada. Boeing ha intentado ponerse al día además de con la línea de ensamblaje en Seattle, con una nueva fábrica de 1.000 trabajadores en Carolina del Sur. Se espera duplicar la producción del avión este año a unos 10 al mes.

ANA fue la primera aerolínea en volar el dreamliner. Su flota es la mayor del mundo, por ahora. Cuenta con 17 B787 en servicio, según la consultora de aviación Ascend Asesor. JAL tiene siete dreamliner, mientras que United y Air India tienen seis cada uno. Un portavoz de Air India dijo que mantendrá sus B787 en servicio, por ahora.