El aeropuerto fantasma de Castellón reduce sus números rojos pese a su inactividad

Las instalaciones aeroportuarias han reducido gasto personal y financiero; el ejercicio de 2013 se anotó unas pérdidas de 3,7 millones. Los fondos propios se reducen hasta los -42,9 millones

El aeropuerto fantasma de Castellón ha conseguido reducir un 50% sus números rojos en un año pese a su inactividad. Las instalaciones aeroportuarias cerraron 2013 con unas pérdidas de 3,7 millones frente a los 7,5 millones que anotó un año antes.

¿Cómo ha conseguido controlar la hemorragia? Principalmente, con la reducción de otros gastos de explotación, que pasaron de 5,01 a 1,97 millones. En concreto 1,7 millones por servicios exteriores y 217.043 euros por tributos.

El aeropuerto reduce pérdidas pero también, fondos propios. A fecha de 31 de diciembre, se situaban en -42,9 millones frente a los -39,2 millones del año anterior, con un patrimonio neto de -34 millones, que es inferior a la mitad del capital social. La existencia del préstamo participativo del socio mayoritario, por importe suficiente, evita que se encuentre en dicha causa de disolución.

La Conselleria de Hacienda y Administración Pública ha publicado las cuentas, según las cuales, los gastos financieros de Aerocas fueron de 1,7 millones frente a los 2,3 millones de 2012. La mayoría –1,5 millones– por deudas con empresas del grupo y asociadas.

Por su parte, los gastos de personal disminuyen de 330.917,18 a 303.962,93 euros, con dos personas menos en plantilla respecto a 2012, hasta contar con una plantilla prácticamente inexistente para esas instalaciones: tres mandos intermedios y dos administrativos.

La memoria también indica que, en mayo, se resolvió el contrato de alta dirección que vinculaba al director general de la sociedad desde junio de 2004. En ella se especifica que durante 2013, su remuneración ascendió a 28.766,30 euros. Este directivo también percibió una indemnización de 14.117,40 euros por la resolución de su contrato.

Por su parte, los miembros del órgano de administración no han percibido sueldos, dietas ni remuneración alguna. Tampoco anticipos ni créditos, ni se han contraído obligaciones en materia de pensiones o pago de primas de seguros de vida respecto de antiguos o actuales miembros del Consejo de Administración y personal de alta dirección.

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