Estos cruceros ofrecen más espectáculos que Nueva York y Londres

Royal Caribbean tiene a un ejército de actores, músicos, bailarines y técnicos que dan vida a 134 espectáculos en alta mar

Royal Caribbean presenta una oferta de espectáculos que eclipsa a cualquier gran capital de la música y el teatro. La naviera, una de las más grandes del mundo, cada temporada produce 134 puestas en escena, que se ofrecen en los 26 barcos que navegan alrededor del mundo.

Ni Nueva York, Londres o París pueden presumir que un día de semana, ni siquiera un sábado, tengan 50 teatros de gran capacidad abiertos de manera simultánea.

[Para leer más: Los espectáculos en los cruceros son tan impactantes como en Broadway]

Pero Royal Caribbean sí, y lo hace porque las grandes compañías de cruceros saben que no pueden presentar espectáculos que sean de menor calidad de los que se ven en Broadway o el West End. De hecho estas mecas del arte suelen ser una cantera de profesionales que, en algún momento de su carrera, dan el salto a trabajar en alta mar.

Escalas gigantescas

Un rápido repaso de la cartelera de esta compañía permite ver que entre sus espectáculos hay siete producciones provenientes de Broadway, ocho acuáticos, 18 de patinaje sobre hielo y una docena de creaciones originales.

harmony grease broadway performers singing show entertainment
Muchos actores y bailarines provienen de espectáculos de Broadway. | Royal Caribbean.

“Cada noche tenemos una audiencia de 100.000 personas en todo el mundo. Es una complejidad enorme, porque hay de 1.500 a 1.800 personas que trabajan al mismo tiempo para que sea realidad”, describe Nick Weir, vicepresidente de Entretenimiento de Royal Caribbean, a Associated Press.

“Cada noche tenemos una audiencia de 100.000 personas en todo el mundo”, dice el vicepresidente de Entretenimiento de Royal Caribbean

Los elencos que contrata la naviera se entrenan en un edificio ubicado en el norte de Miami, donde también todo es a escala gigantesca: 14 salas de baile, 15 de ensayo, un estudio de grabación, gimnasios y un auditorio. Hasta en los pasillos hay bailarines marcando pasos. Alrededor de 500 de ellos se alojan en un complejo cercano.

Grandes teatros

Como Carnival, MSC y otras grandes navieras, Royal Caribbean despliega sus espectáculos en teatros con una capacidad que van desde las 500 a las 1.500 plazas (en el caso del gigantesco Symphony of the Seas), con una tecnología de luces, sonido y efecto de vanguardia. Llegaron hasta construir un avión de 6,7 metros de envergadura que planea sobre la audiencia en Flight: Dare to dream.

harmony theater
Los teatros pueden tener una capacidad de hasta 1.500 plazas. | Royal Caribbean.

“La tecnología es mejor de la que se usó en Broadway, incluso en los últimos 10 años”, describe Greg Graham, coreógrafo residente de Billy Elliot en Manhattan que fue fichado para producir Hairspray a bordo.

Los desafíos de las producciones

La logística previa para producir los shows también tiene magnitudes inéditas: los productores llegaron a entrevistar a 25.000 aspirantes el año pasado en 75 países.

Es que no cualquiera puede reunir las condiciones: además del talento para bailar, actuar o cantar, cada uno tiene que realizar tres shows mientras dure la gira en el mar: hoy toca un personaje en Mamma Mia, mañana hay que representar una obra de baile y en dos días toca cantar canciones pop.

[Para leer más: Los nuevos y más espectaculares cruceros de 2019]

Además hay que estar preparado para mantener el equilibrio y la gracia en un escenario que, si hay marejada, se mueve ligeramente. Y tener cuidado: si un traje se rompe, no hay recambio posible hasta que se vuelva a tocar puerto. O en toda la gira.

shows royal 1
Los actores y músicos firman contratos de nueve meses con la naviera. | Royal Caribbean.

Cada actor o bailarín tiene que realizar tres presentaciones diferentes durante la gira en alta mar

Los ensayos también son una carrera contra el tiempo: para Cats, el elenco tuvo solo 26 días para aprender los pasos de baile, diálogos y canciones.

La evolución lógica

Para John Kenrick, experto en la historia de los musicales, el despliegue de los espectáculos en los cruceros es una evolución lógica, teniendo en cuenta que gran parte de su público ha visto grandes puestas en escena en Las Vegas o Londres.
 

Las presentaciones a bordo tienen que ser pensadas para un público con diferentes intereses, para un amplio arco generacional, que eviten tópicos religiosos o sexuales y que, en lo posible, sean de una temática liviana (descartadas las obras demasiado intelectuales).

Cada actor o músico firma un contrato por nueve meses: aprenden los guiones de tres espectáculos y a navegar. Cuando el barco termina la temporada, ya hay un nuevo elenco listo para reemplazarlos. Y la rueda del espectáculo seguirá girando.

a.
Ahora en portada