Los cruceros abandonan la batalla por el tamaño

Royal Caribbean lanza una línea de cruceros más pequeños, pero dotados de la última tecnología en servicios y diversión

Desde que el Symphony of the Seas zarpó de Barcelona Royal Caribbean se reafirmó como la naviera de los barcos de cruceros más grandes del mundo. De hecho, la compañía cuenta con ocho de las diez embarcaciones más grandes del mercado. Pero esa obsesión por el tamaño quedará relegada, al menos de momento.

Royal Caribbean proyecta construir 16 barcos, de los que solo uno superará (y por muy poco) al gigantesco Symphony, de 228.000 toneladas y una capacidad de 6.680 pasajeros.

Nueva tendencia en el sector

La tendencia de la naviera pasa por potenciar barcos más pequeños de la futura línea Icon, que no superarán las 200.000 toneladas. Las primeras naves podrían surcar las aguas en 2022, y serán impulsadas por gas licuado natural, lo que suma a Royal Caribbean a la tendencia de contar con buques de propulsión sostenible en su catálogo.

“No esperamos más saltos en los tamaños de los barcos”, dijo Harri Kulovaara, el arquitecto naval que lideró las construcciones de los barcos de Royal Caribbean por 23 años a Bloomberg.

Adaptarse a las aguas agitadas

Esta industria prevé que 30 millones de personas viajarán en cruceros el próximo año, y a pesar del récord de pasajeros los resultados de las navieras no son tan abundantes como se creía.

Royal Caribbean prefiere impulsar su nueva línea de cruceros Icon, de tamaños más pequeños

Carnival, la mayor naviera del mundo, anunció el jueves pasado que sus resultados serán menores que los del año pasado, lo que predice que este mercado puede afrontar aguas turbulentas en un futuro cercano.

Apuesta por las nuevas tecnologías

Ante este panorama Royal Caribbean apuesta por potenciar el uso de las nuevas tecnologías para agilizar el proceso de embarque y ofrecer nuevas formas de diversión a sus pasajeros.

comidas royal
El restaurante del Celebrity Edge presenta tecnologías interactivas en los platos.

El objetivo, a grandes rasgos, es mejora la personalización de sus clientes, una tendencia que los cruceros fluviales –gracias a sus menores tamaños- logran con más facilidad.

En el laboratorio de ideas de Royal Caribbean

Para buscar nuevas opciones de diversión la compañía cuenta con un laboratorios de ideas cercano a sus cuarteles generales de Miami, donde 150 empleados (algunos ‘robados’ a Disney) se reúnen con los ejecutivos de las seis marcas de Royal Caribbean, entre ellas las exclusivas Celebrity y Azamara.

Royal Caribbean cuenta con un laboratorio de ideas de 150 empleados para ofrecer nuevas experiencias a sus viajeros

Algunos proyectos se visualizan en un espacio llamado La Cueva, donde los asistentes usan gafas en 3D para descubrir qué proponen de nuevo. En un piso inferior se pueden ver algunos prototipos de las ideas, como un parque temático basado en piratas, un nuevo diseño de cabinas, una nueva señalética para una de las islas privadas de la compañía y una carta de cócteles que parecería diseñada por Julio Verne.

Qué hay de nuevo en los cruceros

Algunas de las tendencias para lograr una mayor personalización ya se implementaron en el Symphony of the Seas. Allí hay unas escaleras que se encienden al paso y emiten tonos, donde algún pasajero con oído musical puede subir y bajar al ritmo de una melodía, como hacía Tom Hanks en el piano de FAO Schwarz.

Un pianista también recoge pedidos para tocar canciones, e incluso se introduce con su piano dentro del ascensor, para ofrecer melodías como si fuera un hilo musical.

En el puerto de Miami Royal Caribbean aspira que el proceso de embarque no dure más de 10 minutos

Otro de sus barcos, el Celebrity Edge, mezcla la tecnología con la gastronomía y ofrece videos proyectados sobre los platos mientras la comida auténtica llega a los comensales, una puesta en escena que recuerda a la inmersión multimedia que hace Paco Roncero en Ibiza.

Tecnología biométrica

En el puerto de Miami, donde la compañía cuenta con una nueva terminal, la tecnología biométrica para agilizar el proceso de embarque y que no demoren más de 10 minutos “para ir desde el taxi hasta el bar”, describe Jay Schneider, quien lidera las iniciativas digitales de Royal Caribbean.

pianista royal
En el Symphony of the Seas hay un pianista dentro de los ascensores.

Otro foco se encuentra en las mejoras de su app, que permitirá que los pasajeros puedan graduar la temperatura de sus habitaciones desde el móvil, recibir alertas cuando esté lista la reserva en el restaurante u ordenar un cóctel para ser entregado en cualquier punto del barco.

Innovación entre los cruceros

Royal Caribbean le gusta presumir de ser una de las navieras más innovadoras del mercado. Song of Norway en 1970 fue el primer barco de crucero concebido para aguas cálidas, donde la cubierta que solía llevar botes salvavidas tuvo una piscina.

El primer buffet fue instalado en el Song of America en 1982, y el Voyager of the Seas en 1998 presentó la primera pared para escaladas y una pista de patinaje sobre hielo, lo que implicó un desafío logístico para evitar que el hielo se derrita.

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