La mayor compañía de cruceros suelta la mano al 10% de su flota

Carnival Corporation, la mayor compañía de cruceros del mundo, sacó la tijera y recortará su flota en un 12,5%. El consejero delegado anunció que se desprenderán de 13 barcos de sus diferentes filiales, en una estrategia para ajustar sus números frente a la crisis del coronavirus.

Este grupo es propietario de Carnival Cruises Line, la lujosa Princess Cruises, Holland America, la exclusiva Cunard, P&O (enfocada al público británico), Costa Cruceros, Aida (centrada en el mercado alemán), P&O Australia y Seabourn; que sumadas conforman una flota de 104 navíos, lo que equivale al 45% de todos los cruceros del mundo.

Adiós a los barcos más viejos

El CEO Arnold Donald no especificó qué barcos dejarán de ser operados por la corporación, aunque aventuró que se trata de embarcaciones antiguas, que consumen cantidades más elevadas de combustible. Pero rechazó la idea de que sean enviados al desguace.

Los 13 cruceros que dejará de operar el grupo Carnival son los más antiguos de su flota y tienen un consumo elevado de combustible

En una presentación ante analistas de Wall Street prefirió usar la palabra “reciclaje” de los cruceros, dando a entender que es más posible que sean vendidos a otras compañías antes que ser destinado a los astilleros para ser desarmados.

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La compañía precisó que una de las naves ya fue vendida en junio, y que tiene acuerdos para desprenderse de otras cinco en los próximos tres meses, que se suman a pactos preliminares para despachar a tres embarcaciones más.

Estos acuerdos se suman a cuatro ventas que se habían anunciado antes de mediados de este año.

Algunos de los crucero que se despiden

En las últimas semanas el grupo Carnival había informado que su filial P&O Cruises dejaría de navegar con el Oceana, un barco de 2.016 pasajeros.

Pocos días antes, Costa Cruceros había dejado de vender pasajes para el Costa Victoria, embarcación con una capacidad de 1.928 viajeros que habría sido vendida al grupo italiano San Giorgio del Porto.

Entre los barcos que Carnival quería desprenderse antes de que estalle la crisis se encuentran el Pacific Dawn (de 1.546 pasajeros) y el Pacific Aria (de 1.260 pasajeros), que eran operados por P&O Australia y que serán traspasados a Cruise & Maritime Voyages.

Los más nuevos tendrán que esperar

La compañía también quita el pie del acelerador en la adquisición de nuevas embarcaciones: las navieras del grupo pensaban recibir a 16 unidades, pero de ellas solamente cinco serán bienvenidas a lo largo del año que viene.

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Entre ellas se encuentra el Mardi Gras, la nave de 180.000 toneladas que será la más grande del grupo y que será inaugurada a principios del 2021; y el Enchanted Princess, otra de las lujosas embarcaciones de la naviera Princess Cruises.

El Mardi Gras, que será el crucero más grande de la corporación Carnival, recién se inaugurará a principios de 2021

Estas medidas le permitirán al grupo ajustar su tamaño, tras el impacto del coronavirus que le implicó una pérdida neta de 3.861 millones de euros en el último trimestre, el peor resultado de su historia.

Algunas buenas noticias

Pero no todas son malas noticias: Donald ve una luz de esperanza cuando informa que una de sus compañías, Aida, recibió 1.000 reservas en un día del crucero que marcará su regreso a los mares del Norte y Báltico, que zarpará el 5 de agosto.

Además indicó que el 60% de las reservas que tiene para el año que viene se realizaron en las primeras semanas de junio.