El gobierno de Baleares rechaza a los megacruceros

El gobierno balear rechaza la llegada de los cruceros más grandes del mercado, aunque la competencia es del Estado español

El gobierno balear quiere frenar, o al menos regular, la llegada de los cruceros más grandes del mercado. El arribo del gigante Symphony of the Seas motivó diversos cruces políticos en el parlamento comunitario sobre el futuro del modelo turístico en Baleares.

En una comparecencia en el cuerpo legislativo, la presidenta del gobierno insular, Francina Armengol, dijo que el puerto de Palma “no está ni estará preparado” para recibir a los megacruceros que surcan en el Mediterráneo.

La titular del gobierno recordó que la decisión de recibir o rechazar a estas embarcaciones es de la Autoridad Portuaria, que depende del Estado español. Pero puntualizó que se deberán buscar iniciativas que frenen el número de grandes cruceros que llegan a las islas.

Récord de visitas

Durante 2017 los puertos de Baleares (Palma, Savina, Maó, Ibiza y Alcúdia) recibieron a 825 cruceros (+11,34%), y durante los dos primeros meses del año, las llegadas crecieron un 85,71%, al pasar de 14 a 26 embarcaciones.

En cuanto a pasajeros, entre enero y febrero los turistas que atracaron en los puertos de las islas crecieron un 166%, de 45.500 a 121.247, lo cual indica que las naves llegan con más ocupación a bordo.

El más grande del mundo

El Symphony of the Seas, con 362 metros de eslora y 230.000 toneladas, tiene una capacidad para 6.780 pasajeros. Palma es una de sus escalas habituales, donde atracará los domingos en sus periplos por el Mediterráneo.

Entre enero y febrero los pasajeros de cruceros en los puertos de Baleares crecieron el 166%

Su llegada, el 8 de abril, fue recibida por una pequeña manifestación de organizaciones ecologistas y vecinales, que acusaron a la naviera de promover la masificación turística.

Nuevas infraestructuras

Para poder gestionar mejor el atraque de la nave, la Autoridad Portuaria de Baleares inauguró una nueva estación marítima, en la plataforma adosada del dique del Oeste.

Se trata de una infraestructura más adecuada al tamaño del barco, comparada con la carpa provisional que había hasta ahora, y que no permitía acoger al flujo de pasajeros.

Esta nueva construcción es de 9.280 metros cuadrados y tiene espacios exteriores cubiertos de 3.575 metros cuadrados.

Arribos escalonados

Aunque no tengan autoridad sobre las bocanas, el gobierno balear y el ayuntamiento de Palma negocian con la Autoridad Portuaria que los cruceros atraquen en forma escalonada.

Por parte del grupo de Podemos, informa Diario de Mallorca, proponen que los arribos se limiten a tres embarcaciones semanales, una decisión que ya tomaron ciudades que sufren de la masificación turística como Dubrovnik.

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