En este crucero nunca se pone el sol

Tras cruzar el Círculo Polar Ártico, el sol de medianoche permite disfrutar de días infinitos de luz en los que disfrutar de los mejores fiordos de Noruega

Del 18 de mayo al 25 de julio hay lugares el mundo en los que el sol no se apaga jamás. Al norte del Círculo Polar Ártico y como consecuencia del sol de medianoche, este crucero recorre algunos de los paisajes más impresionantes de Noruega para descubrir los fiordos más codiciados.

Naturaleza, cultura, gastronomía, aventura y vida salvaje, todo ello elevado a la máxima potencia y enmarcado por el espectáculo natural que ofrece el sol de medianoche. Con estos elementos Hurtigruten diseña sus recorridos de verano, que permiten navegar entre mayo y agosto por algunos de los fiordos más especiales de Noruega como el Lyngenfjord, el Trollfjord y el Geirangerfjord, este último declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.

Navegar por la costa de Noruega en la temporada de verano es una de las fórmulas para exprimir las inagotables horas de luz diurna una vez que se cruza el Círculo Polar Ártico

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Un verano en Noruega

Navegar por la costa de Noruega en la temporada de verano es una de las fórmulas para exprimir las inagotables horas de luz diurna una vez que se cruza el Círculo Polar Ártico. Y es que en lugares como Kirkenes el sol directamente no se pone desde el 18 de mayo hasta el 25 de julio.

Trollfjorden. Foto Hurtigruten.
Trollfjorden. Foto Hurtigruten.

Así, y para quienes renieguen de la oscuridad de los inviernos escandinavos, este es el momento perfecto para disfrutar de los highlights de la costa, contemplar maravillosos paisajes teñidos por la infinita paleta de colores que ofrecen las flores o asombrarse por el caudal de las cascadas gracias al deshielo.

El tamaño que ofrecen sus buques, algunos de los más ecológicos del mundo, permite además adentrarse en rincones que otros grandes buques no permiten.

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Rumbo al norte

En el recorrido al norte, Bergen hasta Kirkenes, la cultura será la principal protagonista de las ciudades costeras noruegas.

El recorrido desde Bergen a Kirkenes arranca con el paso por las 11 cerradas curvas del paso de Trollstigen para ser recibidos, una vez desembarcados en Ålesund, por la arquitectura art noveau que caracteriza a la ciudad

Así, durante las primeras jornadas, el crucero ofrece un recorrido por las 11 cerradas curvas del paso de Trollstigen para ser recibidos, una vez desembarcados en Ålesund, por la arquitectura art noveau que caracteriza a la ciudad.

Lofoten, Noruega,
Lofoten, Noruega.

Una parada en Trondheim –perfecta para recorrer en bici- permite visitar, a su vez, la catedral gótica de Nídaros y o el Museo Ringve de la música; mientras que el río Nidelven ofrece actividades como kayak.

La experiencia continúa con la visita al glaciar Svartisen, el segundo más grande de Noruega o experimentando el safari en lancha hasta Saltstraumen, la zona de corrientes de marea más fuertes del mundo, además de conocer en primera persona a los vikingos y disfrutar de la belleza de las islas Lofoten.

La naturaleza es el común denominador de este viaje, ya sea con avistamiento de ballenas o aprendiendo a conducir trineos tirados por perros husky, caminando o haciendo kayak 

Entre ballenas y huskies

La naturaleza es el común denominador de este viaje, ya sea con avistamiento de ballenas o la visita de Tromsø y el Wilderness Centre donde dejarse seducir por los perros husky y sus crías, aprender conceptos básicos sobre el tiro de trineos o caminar por sus senderos naturales.

Una vez se alcanza el puerto de Honningsvåg, merece la pena acercase al espectacular Cabo Norte, lo más parecido al ‘fin del mundo’. Esta pequeña ciudad es un must para todo amante de las aves, ya que la reserva natural de Gjesværstappan recoge más de tres millones de especies.

Cabo Norte, Noruega.
Cabo Norte, lo más parecido al ‘fin del mundo’. Noruega.

Desde aquí se pueden visitar los pueblos pesqueros de Kamøyvær y Skarsvåg, además de adentrarse en la cultura sami, otro imprescindible que nos conquistará con sus trajes tradicionales, su forma de vida y sus tiendas denominadas ‘Lavvo’.

Otro imprescindible del viaje pasar por adentrarse en la cultura sami

La última parada es Kirkenes, la única ciudad de Noruega donde el este se encuentra con el oeste, y donde experimentar adrenalina en un safari en lancha y en quad a la frontera rusa, un paseo con perros husky o aprendiendo a pescar y degustar el cangrejo real.

Rumbo al sur

Desde Cabo Norte, se emprende un viaje a través de fiordos y valles hasta la ciudad de Hammerfest, la más septentrional del mundo. ¿Un capricho? Un concierto a medianoche en la catedral ártica de Tromsø.

Ersfjorden Noruega
Explorando los fiordos, Noruega.

Además, en las islas Vesterålen y Lofoten se vislumbran algunos de los parajes más salvajes del país, en los que zambullirse paseando a caballo o practicando la pesca o el senderismo.

También está disponible la visita al archipiélago de las islas Vega, inscrito en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2004, o al municipio de Brønnøysund, donde recorrer una piscifactoría de salmón.

La Carretera Atlántica, reconocida como la ‘estructura noruega del siglo’ en 2005, es otra de las emociones fuertes de este viaje, que culmina en Bergen, una de las grandes ciudades históricas del país que, sin embargo, mantiene el sabor de los antiguos puertos medievales.

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