Cinco trucos para exprimir a fondo el crucero más grande del mundo

Viajar en el Symphony of the Seas puede ser maravilloso, pero pueden surgir desilusiones si no se tienen en cuenta estos consejos

Viajar en el Symphony of the Seas, el crucero más grande del mundo puede ser una experiencia fantástica, pero puede tener sus contratiempos. Compartir un mismo espacio con 6.500 pasajeros implica que algunas atracciones pueden estar saturadas, tener camarotes en zonas con mucho ruido, no conseguir entradas para algunos espectáculos ni mesa en el restaurante elegido.

Por ello hay que tener en cuenta algunos consejos para poder disfrutar al máximo de este crucero durante la semana de navegación, que puede ser muy poco tiempo para aprovechar a fondo la gran cantidad de atracciones que presenta.

1. Para relajarse, hay que ir a la cubierta 5

Que sea un barco que pueda llevar a más de 6.000 pasajeros no significa que todas la zonas del crucero estén atiborradas de gente.

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Por ejemplo, el sector de la cubierta 5 que hacia a la popa suele pasar desapercibido para muchos pasajeros, y es uno de los lugares ideales para descansar y contemplar el paisaje en compañía de pocas personas.

symphony deck 5 Foto Royal Caribbean

Las tumbonas de la cubierta 5 son casi desconocidas por los pasajeros del Royal Caribbean

En esta área se encuentran las cintas para correr y otras máquinas de ejercicios cardiovasculares, pero a un lado se despliegan varias sillas y tumbonas que son el mejor lugar para contemplar el atardecer…si se tiene la suerte de que el barco navegue en dirección al este.

2. Dónde comer sin multitudes

A bordo del Symphony of the Seas hay 20 restaurantes y locales de comida, además de su salón comedor principal que se despliega en tres cubiertas.

Si no se realizó una reserva previa, se corre el riesgo de no conseguir mesa en el horario deseado, o estar obligado a ir a alguno de los restaurantes que no están incluidos en la tarifa básica.

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El Solarium Bistro es una buena opción para comer sin esperas. Foto Royal Caribbean

Para evitar esta situación dos buenas opciones gastronómicas son el Park Café y el Solarium Bistro.

El primero se encuentra en el sector inspirado en el Central Park de Nueva York, donde en una zona llena de árboles se ofrecen comidas ligeras, ensaladas, sopas y sándwiches.

El Park Café y el Solarium Bistro son recomendados para comer sin multitudes a la vista

El segundo está junto al Solarium, donde en una zona iluminada por todos los ángulos se despliegan platos de cocina saludable, lejos de la pantagruélica opción del buffet. Además, muchos adultos agradecerán que la zona del Solarium sea solo para adultos, lo que otorga una cuota de tranquilidad adicional.

3. Reservar con anticipación

Gran parte de las atracciones y restaurantes de este barco de la clase Oasis tienen una gran concurrencia. La mejor forma de evitar desilusiones y perder el tiempo es reservar sitio en los locales gastronómicos y en los espectáculos antes de subir al crucero, ya sea por medio de Internet o a través de la aplicación de Royal Caribbean.

Si por alguna razón no fue posible hacerlo online, hay que tratar de realizarlo ni bien se aborda al Symphony, a través del centro de atención al pasajero.

Espectaculos Foto Royal Caribbean

Sin reserva previa es difícil conseguir sitio para los espectáculos. Foto Royal Caribbean

Este consejo también vale para las excursiones en las escalas. Muchos pasajeros prefieren contratar los servicios de los operadores locales, que suelen ser más baratos que los ofrecidos por la naviera, pero si no hubo tiempo de gestionarlo previamente, hay que recurrir a esta posibilidad.

Con las reservas previas es posible maximizar mejor los tiempos a bordo. Para conseguir un buen lugar en el teatro hay que llegar 30 minutos antes, pero si la ubicación es lo de menos, con estar 15 minutos es suficiente.

Además así uno puede establecer un cronograma de actividades diarias y tener todo planificado para aprovechar mejor los tiempos.

4. Evitar los camarotes en el Boardwalk o el paseo Central Park

Las zonas de Boardwalk y Central Park, con su animada oferta de bares, restaurante, atracciones y zonas de descanso, siempre están llenas de gente. A su lado se elevan, como rascacielos, varios niveles de camarotes.

Estos tienen la ventaja de ser internos y contar con luz diurna, pero tienen la contra de que no ideales para descansar, debido al continuo murmullo de personas que van y vienen, algún exaltado que grita, otro que ríe fuerte, etcétera.

Central Park Foto Royal Caribbean

Los camarotes del Central Park pueden ser más ruidosos. Foto Royal Caribbean

En los primeros niveles también tienen el problema de la menor privacidad, donde desde determinados ángulos se ve el interior del camarote.

[Para leer más: Cuáles son los mejores (y peores) camarotes en un crucero]

Si se busca una habitación tranquila, lo mejor es contratar las que tienen vista al exterior, y si es posible, que no esté justo detrás en la sala de máquinas o cerca del ancla, que también pueden ser ruidosos.

5. Reservar un nuevo viaje

¿Una semana es poco tiempo para disfrutar todo lo que el Symphony of the Seas tiene para ofrecer? Seguramente sí.

Entre las atracciones como el Ultimate Abyss, los espectáculos de teatro y cine, la variada oferta gastronómica, los tratamientos del spa y los cursos a bordo, apenas hay tiempo para conocerlo todo si además hay escalas que valen la pena aprovechar y excursiones que nadie se quiere perder.

Muchos pasajeros consideran que una semana no es suficiente para conocer todo lo que el Symphony of the Seas tiene para ofrecer. Y a bordo contratan un nuevo viaje

Una buena opción es realizar una reserva para un futuro crucero mientras se está a bordo. Una de las razones es económica: el descuento que se otorga por contratar un viaje así es importante.

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La mejor manera de disfrutar del Symphony es descubrirlo en un nuevo viaje. Foto: Royal Caribbean

Otra es de organización: no hace falta ver todo a la vez, que al final no se disfruta de nada. En un primer viaje, el pasajero puede conocer algunas atracciones y programas, realizar las excursiones en las escalas, y en un segundo viaje descubrir todo lo que le haya quedado pendiente del Symphony of the Seas.

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