Las experiencias que no te puedes perder en el mayor crucero del mundo

Es difícil decidirse qué hacer en el gigantesco Symphony of the Seas, pero hay por lo menos cinco sitios que ningún viajero debería dejar de lado

El tamaño del Symphony of the Seas, el mayor crucero del mundo, puede asustar a los viajeros. Se trata de una nave de 362 metros de largo por 46 de ancho, divididos entre 17 pisos y en los que transitan 6.870 pasajeros de un lado al otro.

Pero las primeras impresiones engañan, porque a pesar del gran número de viajeros uno puede transitar por sus amplias dimensiones sin sentirse agobiado.

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Pero el problema es decidirse qué atracción visitar, por cuál paseo caminar o donde estaría el restaurante más indicado.

Una experta en cruceros de Cruise Fever sugiere cinco puntos clave para disfrutar de un viaje breve, como puede ser un periplo de siete días por el Caribe. A tomar nota y disfrutar.

Paseo marítimo

El paseo marítimo (Boardwalk) de este barco de Royal Caribbean, en el nivel seis, recuerdan a las pasarelas de alguna ciudad costera donde se encuentran atracciones y locales de comida.

symphony boardwalk

Allí se concentran el Carrousel, las hamburguesas de Johnny Rockets, el bar deportivo Playmakers, el teatro Aqua y la salida del vertiginoso Ultimate Abyss, el tobogán de agua que desciende 65,83 metros desde el último piso.

Con asientos de madera y una generosa cuota de luz natural no da en absoluto la idea de que se está en medio de un crucero.

 

Wonderland

Entre las numerosas opciones para comer en el Symphony of the Seas cabe descubrir, al menos en una oportunidad, la experiencia gastronómica de Wonderland.

wonderland

El restaurante Wonderland invita a ser parte de Alicia en el País de las Maravillas y descubrir sabores que fusionan estilos de cocina

El restaurante juega con la historia de Alicia en el País de las Maravillas, e invita a “caer en el agujero” para descubrir nuevos sabores y preparaciones, inspiradas en el sol, el hielo, el mar, el fuego y la tierra.

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La decoración de sillas con rostros, copas de formas extrañas y una pared con gigantescos engranajes de relojes dan un toque de escenografía inspirada en la historia de Lewis Carroll.

Entre sus platos se pueden probar manzanillas líquidas con aceite de oliva, remolachas asadas con yogurt, conos de gazpacho, sashimis de atunes rojo y blanco, buñelos de hígado de pato, langosta líquida con caviar, vieiras con salsa normanda, terroir de ternera con ajo asado y fruta al nitrógeno (congeladas al instante y acompañadas de sorbete de yogur griego).

Solarium

Si se busca una zona para disfrutar del sol pero sin la presencia de niños se puede ir hacia el Solarium.

solarium

A diferencia del Harmony of the Seas, este espacio reservado para adultos cuenta con una piscina para refrescarse, mientras que para disfrutar de astro rey se puede buscar las zonas donde los rayos penetran tras los paneles decorados con motivos multicolores.

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El lugar también cuenta con el bar Solarium Bristo, donde se puede comer algo ligero o tomar una copa con las vistas que se despliegan desde la popa.

Discotecas silenciosas

Puede parecer muy extraño, pero una vez que se prueba la diversión puede ser inédita. En el Symphony of the Seas –como en otros cruceros- están de moda las fiestas silenciosas, donde cada persona usa auriculares para escuchar la música que quiere, y estar libre de los deseos del disc jockey.

Para tener una cuota de relax y comer sin prisas se sugiere pasar un par de horas en el Central Park

Claro, la idea es que cuando se esté en un grupo todo el mundo sintonice el mismo canal musical, pongamos que el de salsa o rock and roll clásico.

disco

La idea es pasarlo bien, y sin reparar que unos bailen lentamente algún bolero mientras que otros practican frenéticos pasos de swing.

Central Park

Similar al Boardwalk, la zona conocida como Central Park acoge un gran número de locales gastronómicos, como Chops Steakhouse, Jaime’s Italian, Park Café y varios comercios de marcas de primera línea, en un paseo con numerosos canteros y árboles.

central park

Uno puede elegir comer dentro del local o en el paseo central, para sentarse en los bancos de manera y dejar que las horas pasen, en un sitio menos concurrido que el popular bufet libre del Windjammer.

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