Noruega encabeza la marcha verde sobre la movilidad

Pese a ser una potencia petrolera Noruega destierra a los coches de combustión y lidera el cambio a los vehículos eléctricos

En un food-truck que vende café al lado del Museo Marítimo de Oslo, el bote para propinas pide una contribución “para comprar un Tesla”. La explosión comercial de estos vehículos, donde Noruega es el tercer mercado mundial, es un ejemplo la revolución verde que vive el país a favor de los coches eléctricos y de la movilidad sostenible.

Después de Rusia, Noruega es el país europeo con mayor producción de petróleo, con 1,64 millones de barriles diarios. Sin embargo, el país destierra a los coches de combustión y apuesta sus fichas por la movilidad eléctrica, tanto de vehículos particulares como de buses y hasta aviones.

Plan para reducir emisiones

Hace una década el Parlamento de Oslo trazó un plan para reducir radicalmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2): un 50% menos para el 2020, y el 95% para el 2030.

No eran las únicas medidas: el gobierno noruego tomó unos parámetros similares, y se fijó el objetivo de que no haya más vehículos que generen emisiones para el 2050. La razón es que el 61% de la contaminación se genera por el transporte, sea público o privado.

Noruega es el país con mayor cantidad de vehículos eléctricos per cápita del mundo

¿Podría ser posible llegar a esas metas de contaminación cero? Sture Portvik, responsable de ‘e-mobility’ del Ayuntamiento de Oslo cree que sí. Porque la idea, explica, no es solo que haya vehículos que no contaminen, sino que el parque automotor disminuya de tamaño.

Apuesta por la movilidad sostenible

El funcionario recibe a Cerodosbé en un parking en el sofisticado barrio de Grünerløkka, en Oslo. Se trata de un antiguo refugio atómico construido en la época de la Guerra Fría, reconvertido en un “centro de movilidad”. Lo que se trata, explica, es que los propietarios de los vehículos lo dejen para llegar al centro de la ciudad, ya sea caminando, en transporte público, patinete eléctrico o bicicleta. Como quieran, pero sin coche.

La apuesta por el peatón y otras formas de movilidad tiene lógica en una ciudad de 630.000 habitantes, donde el 61% no tiene plaza de parking. Según detalla Portvik, el Ayuntamiento usa una estrategia de restricciones al vehículo privado y sobre todo al de combustión para lograrla.

A partir del 2019 los coches privados no podrán circular por el centro de la ciudad

Por ejemplo, la ciudad hará gala de su cetro de Capital Verde Europea para prohibir que circulen coches privados por su casco céntrico, donde el Ayuntamiento eliminó 700 plazas de parking.

En el país en tres años todos los taxis tendrán que ser eléctricos o híbridos, y en el 2025 no podrán circular vehículos, furgoneta ligeras y autobuses urbanos que produzcan emisiones.

Las ventajas para el eléctrico

Para el eléctrico, en cambio, todas son ventajas: el país cuenta con 200.000 vehículos de este tipo (el mayor número per cápita del mundo), y ya suman el 21% del parque automotor. Y crece a gran velocidad: el 57% de los vehículos nuevos vendidos el año pasado eran eléctricos o híbridos.

Más ventajas: aunque un vehículo de este tipo puede ser más caro, los recargos que se aplican a los de combustión equilibran la balanza. Por ejemplo, un Volkswagen E-Golf puede costar 32.700 euros, pero los 20.077 euros que sale uno de gasolina o diésel suben hasta los 31.200 euros por diversos impuestos.

Las calles de Oslo cuentan con estaciones de carga eléctrica gratuita.
Las calles de Oslo cuentan con estaciones de carga eléctrica gratuita.

Una vez que el propietario lo pone en marcha, “no tiene que pagar por parking (15 euros) ni peajes (3,5 a 8 euros)”, describe el responsable de movilidad. Los eléctricos reciben la carga eléctrica gratis, no pagan por usar ferries (12 a 24 euros) ni por acceder a los túneles que cruzan la ciudad (12 a 24 euros) y viajan más rápido porque están autorizados a usar los carriles exclusivos para taxis y buses. En total, “el dueño de un coche de este tipo puede ahorrar hasta 300 euros mensuales”, indica.

Problemas por la explosión verde

Pero hay problemas para estos cambios en la movilidad: en dos años habrá una demanda de 10 vehículos por cada estación de carga, razón por la que el Gobierno se apura a instalar en parkings públicos y privados. “El Ayuntamiento subvencionó 18.000 estaciones particulares”, acota Portvik.

Además el pico de recargas, entre las 20 y las 22 horas, lleva a que se pongan en marcha alternativas como estaciones inteligentes, para distribuir la distribución sin caer en una situación de colapso.

Si todos los vehículos de Noruega fueran eléctricos, solo consumirían el 6% de la electricidad que genera el país

Por lo pronto, la geografía de Noruega da una mano importante: el 98% de la electricidad del país se genera por energía hidroeléctrica, y si todos los coches del país (2,6 millones) fueran eléctricos, sólo consumirían el 6% de la producción total.

En transporte marítimo y aéreo

Noruega pretende ser un país de movilidad 100% eléctrica si fuera posible. En el 2030 se espera que el 40% de los barcos de transporte local sea de este tipo, funcionen con biocombustibles o que tengan bajas emisiones.

En tanto, para el sector aéreo el gestor de los aeropuertos noruegos, Avinor, aspira que para el 2040 todos los vuelos domésticos sean operados por aviones eléctricos. Esta meta es todavía más difícil, teniendo en cuenta que por ahora sólo hay prototipos que puedan volar sin combustible fósiles. Pero en 22 años esta tecnología puede dar un salto de gigante.

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