Boeing huye de Florence y evacúa los 787 pendientes de entrega

El fabricante desalojó su planta de Carolina del Sur y trasladó ocho 787 ante la llegada de la tormenta Florence

Boeing ya ha tomado medidas para prepararse ante la llegada del huracán Florence, que se prevé arribe a la costa estadounidense esta semana. Así, el fabricante norteamericano cerró y evacuó su planta en las afueras de Charleston (Carolina del Sur) y trasladó un total de ocho 787 que se encontraban en la fábrica a la espera de ser entregados.

En un comunicado, Boeing señaló que la prioridad “es la seguridad de los trabajadores y sus familias” por lo que, siguiendo las recomendaciones de las autoridades estatales, se unió al dispositivo de evacuaciones que afecta a los condados de Charleston, Dorchester y Berkeley.

Aunque faltan días para que el huracán toque tierra, las autoridades tomaron medidas extraordinarias para evitar que se registren víctimas y recomendaron evacuar universidades, escuelas y fábricas

Huracán Florence

El huracán Florence, que podría convertirse en la primera tormenta de categoría 4 en golpear el estado de Carolina del Norte en seis décadas, continúa aproximándose a la costa sureste de Estados Unidos, donde dejará fuertes marejadas, lluvias torrenciales e inundaciones durante los próximos días.

Aunque faltan días para que el huracán toque tierra, las autoridades tomaron medidas extraordinarias para evitar que se registren víctimas. En este sentido, más de un millón de residentes recibieron órdenes de evacuar las zonas costeras de los tres estados y se cerraron campus universitarios, escuelas y fábricas.

Además del cierre de su planta, Boeing trasladó a su fábrica de Everett, en Washington, un total de ocho de los aviones 787 pendientes de entrega

Traslado de aviones

Además del cierre de la planta, según recoge el diario Seattle Times, Boeing comenzó también a transportar a su fábrica de Everett, en Washington, un total de ocho de los aviones 787 que se encontraban en la planta a la espera de ser entregados.

 

Dos de ellos son 787-9 encargos de Hainan Airlines y otro, un 787-10, el más grande de la familia Dreamliner, con un precio de catálogo que roza los 238 millones de euros, de United Continental Holdings.

Los 787 son, junto a los 737, los aviones que más beneficios le reportan al fabricante norteamericano, y registraron un éxito de ventas en la pasada edición de la feria de Farnborough.

La planta de Carolina del Sur, situada junto al aeropuerto Internacional de Charleston, es una de las encargadas de ensamblar los Dreamliner de la compañía y cuenta con más de 6.000 empleados.

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