Air France ingresa más que Ryanair con las ideas low cost de O’Leary

Supera en 220 millones la facturación en servicios complementarios del rey de los vuelos baratos aunque transportan un volumen similar de pasajeros; United es la que más exprime a sus pasajeros.

El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, es el ejecutivo más influyente de la aviación por la vía de los hechos consumados. No sólo ha obligado a las compañías tradicionales a desmontar el status quo que imperaba hasta 2004, sino que no han tenido más remedio que copiar su estrategia comercial. La situación se ha vuelto tan rocambolesca que grandes insignias como Air France ya facturan más por los servicios complementarios que la propia irlandesa, impulsora de la estrategia en Europa, a pesar de que mueven un volumen similar de pasajeros en el continente.

El éxito de las nuevas tarifas Mini del grupo galo salta a la vista según el informe elaborado por la consultora Cartrawler. Air France logró cobrar en extras a cada cliente 12 euros de media hasta un total de 1.265 millones durante 2013. Ryanair se quedó en los 1.247 millones. Las otras europeas más exitosas en estos menesteres son easyJet y Lufthansa con 1.022 y 946 millones respectivamente. Ninguna española se encuentra entre las diez más vigorosas del mundo en facturación por servicios adicionales. La clasificación global la lidera United (4.210 millones), American Airlines (2.475) y Delta Air Lines (1.866).

La ventaja de las estadounidenses no tiene otra explicación que la expertise que acumulan. Históricamente, en Estados Unidos se ha pagado aparte, por ejemplo, la facturación de la segunda maleta. También se vendían entradas para descansar en las salas vip. La crisis post-11S y la mera observación de cómo avanzaba el nuevo sistema de tarifas flexibles impulsado por O’Leary en Europa estimuló la práctica de cobrar hasta casi por respirar. Antes, las tarifas clásicas se redujeron apreciablemente.

¿Qué servicio factura más?

Desde un precio de partida menor, el viajero puede seleccionar asiento con antelación (9% de la facturación media), comprar comida y bebida a bordo (13%) o millas de premio (5%). Otros conceptos como la facturación de equipaje generan el 43% de los ingresos complementarios, mientras que los gastos de gestión durante la compra suponen el 30%. Atrás quedó el glamour de volar pero se ha ganado en flexibilidad.

No todo el mérito es del alma de Raynair. El comercio electrónico y los grandes buscadores imponen su ley. La aerolíneas tradicionales han tenido que fraccionar los precios y servicios para que sus viajes se posicionen como ofertas atractivas ante los internautas. Los comparadores reflejaban una realidad ficticia entre el precio de las empresas low cost y las veteranas cuando vendían billetes con todo incluido pero más caros. Ahora, con la aviación al completo apuntada a la tendencia, los ingresos complementarios se han disparado un 1.200% durante el último lustro.

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