El A380 fracasa de nuevo

Virgin Atlantic no comprará los seis A380 que había encargado a Airbus, a quien le había solicitado instalar casinos a bordo

Semana negra para Airbus: un día después de que anunciara la ralentización de la producción del A380 y el A440M, Virgin Atlantic anunció que no compraría los seis gigantescos aviones de pasajeros que había encargado en 2000.

En diciembre de ese año la compañía, que tenía al magnate Richard Branson como su principal accionista, encargó seis A380 a Airbus y se convirtió en uno de los primeros clientes de este Goliat de los aires.

Aviones con casino y jacuzzis

La estrategia de Branson era jugar la carta del exotismo: en la gigantesca estructura se pensaba ofrecer suites cerradas, instalar un casino y hasta un jacuzzi a bordo, lo que chocó con las recomendaciones de los técnicos de Airbus.

Virgin prefirió aumentar su flota con los A350, A330 y los B787 y desdeñó los A380

El plan original era que las aeronaves se entregaran en 2006, pero comenzó una larga carrera de indecisiones y dilaciones de la compañía aérea, que llevaron a la cancelación del pedido.

En gran parte la responsabilidad era de Virgin, que no terminaba de encontrar el momento para sumar el A380 a su flota, y prefería apostar por los A330, A350 y el Boeing B787.

Cambio en la sociedad de Virgin

Otro factor fue el cambio societario que atravesó la aerolínea, que obligó a poner a Branson a poner los pies en la tierra y evitar las inversiones faraónicas. Delta compró el 49% de Virgin Atlantic y Air FranceKLM adquirieron el 31% en agosto del año pasado. La participación de Branson se encuentra en un 20%.

Virgin Atlantic hubiera sido la primera aerolínea norteamericana en contar con los A380, pero el arrepentimiento en la compra ha echado por tierra estos planes.

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