Cómo es dormir en un B747 convertido en hotel

Cerca del aeropuerto de Estocolmo es posible dormir en un Jumbo B747 de 1976, donde la suite principal se ubica en la cabina de vuelo

La tendencia de adaptar los Boeing 747 en alojamientos y restaurantes tiene a este hotel sueco como uno de sus precursores. Es el Jumbostay, donde este gigantesco avión fue reconvertido en un hotel de 33 habitaciones.

El avión está emplazado en un sitio ideal para los fanáticos de la aeronáutica. A muy poca distancia del aeropuerto de Estocolmo-Arlanda, los huéspedes pueden caminar por el ala izquierda y llegar hasta la terraza de observación que hay a lo largo de la estructura, desde donde se pueden ver a las aeronaves que despegan y aterrizan del aeródromo.

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El avión es un B747-212 B fabricado en 1976 para Singapore Airlines. Pasó por la flota de Pan Am, y terminó sus días de servicio activo en Transjet, una aerolínea sueca que quebró en 2002.

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El B747 cuando llegó a su actual emplazamiento cerca del aeropuerto de Estocolmo.

En 2009 un empresario hotelero de Uppsala, Oscar Diös, compró el avión que iba de camino al desguace. “Hace tiempo que quería abrir un negocio en Arlanda y no dude un minuto cuando vi esta oportunidad”, describe.

La reconversión en hotel

Para transformar el Jumbo en un hotel se quitaron los 450 asientos, se montaron paneles, se pintó todo el interior y se levantaron 33 habitaciones, varias con baño privado, que pueden alojar de una a cuatro personas. En promedio cada estancia tiene seis metros cuadrados, con una altura de tres metros hasta el techo.

La suite principal, que cuesta 137 euros por noche, está montada en la cabina de vuelo

La más llamativa es la suite que fue montada en la cabina de vuelo. Los huéspedes tienen, a los pies de la cama, la vista que se despliega desde los parabrisas del avión. Inclusive todavía siguen allí los mandos y todo el tablero original.

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Las sillas de primera clase se usan para reuniones y eventos sociales.

Un bar como cualquier otro

El lugar cuenta con un bar y cafetería, con una propuesta de comidas ligeras. No hace falta usar las mesas desplegables de los asientos, el lugar dispone de sillas y mesas como si fuera un establecimiento gastronómico normal.

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Para sortear las alturas del Jumbo hay un ascensor instalado a un costado y hay escaleras que comunican con cada una de las tres puertas de acceso.


Video promocional de Jumbostay.

Con sala de reuniones

En la joroba del Jumbo, donde solía estar la primera clase, una de las áreas fue transformada en una sala de reuniones, donde los asientos son los mismos que se usaron en los años ’70 y ’80 en la aeronave.

A mitad de camino entre esta sala y la suite ubicada en la cabina de vuelo se encuentra una pequeña terraza, donde se pueden tener las mismas vistas del aeropuerto de Estocolmo pero con una mayor cuota de privacidad.

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Los huéspedes pueden desayunar y comer en el bar ubicado en la parte delantera del B747.

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