La peor pesadilla de las aerolíneas

El rápido crecimiento del tráfico aéreo obliga a los aeropuertos a ampliar su infraestructura para evitar el colapso

El aumento del petróleo, la seguridad a bordo, los reclamos salariales de los trabajadores y la inestabilidad política en muchas partes del mundo preocupan a las aerolíneas. Pero hay un tema que enciende las luces de alerta en un plazo no muy lejano: el colapso de los aeropuertos.

La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) prevé que para el 2036 (o sea, menos de 20 años) el tráfico de pasajeros llegará a las 7.800 millones de personas (actualmente se encuentra en los 4.000 millones). Es como si todas las personas que actualmente habitan el planeta, en algún momento del año, viajaran en avión.

“El problema de las infraestructuras es una amenaza más grave para el crecimiento de las aerolíneas que el aumento del petróleo”, dijo el consejero delegado de Qatar Airways, Akbar Al Baker, quien también fue nombrado presidente de IATA. Este ejecutivo declaró a Bloomberg TV como mucho la capacidad de los aeropuertos se puede ampliar hasta 1.000 millones de personas más.

IATA calcula que los aeropuertos tienen capacidad para gestionar el tráfico de 5.000 millones de personas. Pero para menos de 20 años se espera que haya 7.800 millones de pasajeros

Problemas en infraestructuras y espacios aéreos

El colapso no se da solamente en la infraestructura del aeropuerto para que los pasajeros puedan estar cómodos, que haya espacios comerciales y gastronómicos, sino también en los espacios para aparcar coches, en las zonas reservadas para taxis, en la necesidad de contar con conexiones ferroviarias y, sobre todo, en que las terminales cuenten con suficientes slots para que las aeronaves puedan operar.

Pero otro problema es la saturación de las rutas. «Más importante que las infraestructuras está el problema de la saturación del espacio aéreo global», indica Oscar Oliver, director general del Centre d’Estudis del Transport per a la Mediterrània Occidental. En puntos del planeta como el Atlántico Norte o el Sudeste Asiático se viven auténticas autopistas de aviones, cuyo número crece año a año. 

«No poder gestionar el creciente volumen aéreo puede traer problemas de todo tipo, como disfunciones, retrasos, cancelaciones, con implicaciones para la seguridad importantes», dice este experto. 

Asia, cerca del colapso

En Asia, ocho de las once terminales más importantes están al límite de su capacidad, reveló la asociación Asian Sky Group en un informe publicado en 2017. De los 1.017 aeropuertos de la región, el de Hong Kong (con más de 70 millones de pasajeros anuales) es el más comprometido en cuanto operatividad, y los de Beijing, Manila y Singapur también tendrán problemas en el corto plazo.

Según precisa Oliver «Asia vive una auténtica explosión del transporte aéreo, sobre todo de los vuelos low cost», razón por la que lideran las compras de aviones a Boeing y Airbus para las próximas dos décadas.

Quién tiene el aeropuerto más grande del mundo

Precisamente en la capital china se están invirtiendo más de 11.300 millones de euros en el Nuevo Aeropuerto de Beijing, que permitirá gestionar el tráfico de 100 millones de personas al año y que con la actual terminal, sería el mayor hub de Asia. O quizás del mundo.

La competencia sobre quién tendrá la mayor terminal del planeta también es jugada por Turquía, que construye un nuevo aeropuerto en Estambul que podrá acoger a 200 millones de pasajeros anuales en la próxima década.

Se necesitan slots

“Los aeropuertos están tan congestionados que no hay slots disponibles”, dijo el presidente de Emirates Tim Clark, quien se hizo eco del pedido del consejero delegado de IATA, Alexandre de Juniac, que alertó “necesitamos con urgencia tener las infraestructuras adecuadas”.

Además de terminales más grandes, los aeropuertos tienen que saber cómo acelerar los tiempos de gestión entre vuelo y vuelo

No es suficiente con realizar terminales más grandes. Las ampliaciones chocan con la operatividad entre vuelos. Airbus buscó que la solución venga de la mano de aviones más grandes, como el gigantesco A380, pero las aerolíneas prefieren apostar por modelos más pequeños, de menor coste y con un mejor rendimiento.

Las perspectivas en Europa

En Londres el gobierno británico dio luz verde a que Heathrow cuente con una tercera pista, mientras que Berlín, el gobierno alemán lleva invertidos 6.900 millones de euros en un nuevo aeropuerto que tiene nueve años de retraso, y que permitiría reorganizar el tráfico aéreo de ciudad.

En España Aena tiene en carpeta el plan estratégico que no pudo presentar oficialmente por el cambio de Gobierno. En él se estipulan las ampliaciones a las terminales de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat, que además de más capacidad para los pasajeros también proyecta conexiones con las líneas de tren de alta velocidad.

En este sentido, el aeropuerto de Barcelona llegaría este año a los 50 millones de pasajeros, pero su capacidad máxima estaría en los 55 millones. Los planes para ampliarlo incluyen una terminal satélite y que pueda operar junto con el aeropuerto de Girona, pero cabe ver cómo se resuelve el problema del límite operativo de sus tres pistas (de la que una no se usa), dice Oliver

a.
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