Adif centra la investigación un mes después del accidente

El juez busca a los responsables de la señalización y del sistema de frenado en Angrois

Un mes después del accidente del Alvia en Santiago, que dejó tras de sí 79 víctimas mortales, el maquinistas ya no centra todas las miradas. El juez Luis Alaez, instructor del caso, da por hecho que el exceso de velocidad del tren, que circulaba a 190 kilómetros por hora en un tramo de 80 fue la causa principal del siniestro. Pero el ‘despiste’ del conductor del Alvia, Francisco José Garzón, ha puesto en duda la seguridad del tramo.

El titular del juzgado de instrucción número 3 de Santiago dio un giro a la investigación reclamando información sobre los responsables de la señalización y del sistema de seguridad en la zona del accidente. ADIF prepara la lista de nombres. Abarcará desde los responsables de la «definición y el diseño del trazado» hasta «la construcción, la explotación y la puesta en servicio» de la línea.

“Omisión de medidas de seguridad”

El juez considera que hubo una “omisión de medidas seguridad”. Se basa en que el tramo no contaba con el sistema de máxima seguridad, el ERTMS, que está instalado solamente hasta cuatro kilómetros antes de la curva donde descarriló el tren. Y en que los avisos al conductor del Alvia, las señales, eran insuficientes.

En un auto judicial, Alaez explica que “dicha omisión de medidas de seguridad no puede considerarse suplida por la señalización de entrada a la estación de Santiago pues aunque esa señalización suponga una advertencia de prudencia referida a la velocidad su finalidad no es en modo alguno advertir del peligro de la curva de A Grandeira al maquinista para que lleve a cabo una reducción importante de velocidad”.

Defensa de Adif

Con el centro de gravedad desplazado desde la responsabilidad del maquinista hacia la gestión de Adif, el gestor de infraestructuras, al igual que Renfe, ha insistido en que cumplió al milímetro el reglamento. Gonzalo Ferre, presidente de Adif, explicó en su comparecencia en el Congreso que no son ellos los que marcan las normas, sino “técnicos, expertos y profesionales después de hacer numerosas pruebas”. Toda esta cadena de responsables es la que evalúa ahora el juez.

Pero Adif extenderá la lista que entregará en el juzgado hasta el diseño del trazado. Ferre matizó hace dos semanas que fue el Ministerio de Fomento en 2011, y por tanto con el PSOE en el Gobierno, el que autorizó el trazado final de la línea en su entrada a Santiago. Esta autorización incluía la substitución en el tramo del accidente del sistema europeo de seguridad ERTMS, previsto en el proyecto inicial, por el sistema ASFA. Las prestaciones de la máxima seguridad hubiesen evitado, presumiblemente, el siniestro al adaptar automáticamente la velocidad del tren a la asignada para cada tramo.

¿Y Renfe?

El transcurso de la investigación también ha salpicado a Renfe. El ex juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, que representa a una de las víctimas, ha pedido a Alaez que impute a los responsables de la operadora, al igual que ha hecho con los responsables de seguridad de Adif.

En la petición, Garzón hace referencia a los horarios del maquinista, que trabajó durante ocho horas y 46 minutos el día del accidente, hasta que descarriló en la curva de Angrois. Gómez-Pomar, el presidente de Renfe, explicó que la jornada estaba dentro de los límites fijados por el reglamento y que el tiempo de conducción efectiva, el que pasó el maquinista pilotando un tren, fue de dos horas y 42 minutos el 24 de julio, cuando se produjo el siniestro.

Las voces críticas han llegado desde el propio Partido Popular. La diputada del PP en la Asamblea de Madrid, María Teresa Gómez-Limón, herida en el accidente, pidió la dimisión de los presidentes de Renfe y Adif, «máximos responsables de todos los errores que se cometan en sus compañías, no a nivel penal, pero sí por responsabilidad civil», según manifestó.

Todo a revisión

Mientras la investigación avanza, Fomento somete a revisión la práctica totalidad del sistema de seguridad ferroviaria para evitar que se repita la tragedia. En el paquete de medidas anunciadas por la ministra de Fomento, Ana Pastor, se cuestiona desde el cuadro de velocidades hasta los medios de comunicación entre la central de control y la máquina del tren.

El balance del mayor accidente ferroviario de la historia reciente de Europa se lo exige. Tras de sí deja 79 muertes y más de 140 heridos, de los que 14 continúan hospitalizados.

a.
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