Wifi, grandes ventanas y trayectos más cortos: así se viaja en el Boeing 787-9

El modelo, que ahorra hasta el 20% del combustible, es más ligero y prescinde de tornillos porque su cuerpo es fabricado con fibra de carbono en una sola pieza

La lista de pedidos del fabricante estadounidense Boeing de su modelo estrella, el 787 Dreamliner, no deja de crecer. Ya son más de 1000 aviones pedidos por las grandes aerolíneas del mundo que ven en el último modelo de Boeing una excelente oportunidad para ahorrar peso y, por tanto, combustible. La última línea aérea que engrosó la lista de pedidos ha sido Air Europa, con 14 modelos.

Las líneas aéreas que ya cuentan con aviones Dreamliner como Japan, Korean e India Airlines, han valorado el peso ligero de la aeronave. Cuenta con 160 toneladas sin gasolina, 10 toneladas menos que los modelos predecesores. La reducción de peso se traduce entre el 12% y el 20% de ahorro en combustible, de acuerdo con los cálculos de las líneas aéreas que lo operan.

Pero las innovaciones técnicas también se han traducido en mejoras para los pasajeros. El fuselaje y las alas son de fibra de carbono, en lugar de metal, como las aeronaves convencionales. La novedad supone menos tornillos y remaches. Por esta razón, las ventanas de los aviones son un 30% más grandes.

«Los responsables del vuelo podrán regular la luz que entra a la aeronave de forma automática. Podrá ser más de día o más de noche en función de lo que decida la tripulación», explica Ricardo Cavero, vicepresidente adjunto de ventas para Europa de Boeing.

Al ser más ligero, el avión también tiene la capacidad de volar más rápido. Los responsables técnicos de Air Europa explican que los avances en diseño y aerodinámica permiten un ahorro de tiempo en viajes interoceánicos, aunque desmienten la versión oficial dada por el presidente de la línea aérea, Juan José Hidalgo, que aseguró que un viaje a Santo Domingo, desde Madrid, tardará una hora menos.

«Hay ahorro de tiempo pero no creo que llegue a una hora», corrige uno de los subalternos de Hidalgo. «De todas formas, las líneas aéreas debemos compatibilizar las mejoras de tiempo con los permisos de salida y de entrada de los aeropuertos», añade el responsable de la línea aérea española.

La presión normal de un avión equivale a la que el pasajero experimentaría en 2.400 metros a nivel del mar. El material de fibra de carbono permite reducir la presión al equivalente de 1.800 metros, lo que, según los responsables, disminuye la sensación de cansancio después de largos trayectos. El aire también es un 15% más húmedo y se mantiene una mejor filtración del aire. Además, todos los aviones disponen de wifi, un servicio que las líneas aéreas podrán explotar comercialmente.

Las novedades anunciadas por el fabricante son el resultados de fuertes retrasos y de importantes problemas de seguridad que debió enfrentar el modelo durante sus primeros vuelos. Dos vuelos sufrieron un incendio con la batería de litio principal de la aeronave. El incidente obligó a suspender los vuelos y a investigar las causas. El diseño del avión también sufrió numerosos retrasos durante el diseño y fabricación para solventar los problemas de seguridad que surgieron durante el proceso.

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