Un hotel de lujo de Lloret rompe con el destino e irá por libre

Un hotel con encanto de Lloret de Mar (Gerona) ha roto con la estrategia de venta del destino, muy orientado al turismo masivo. Sant Pere del Bosc, un pequeño alojamiento en una joya del modernismo catalán, optará por la calidad y el mimo al cliente.

En un cruce de vías, ha optado por la senda del alto nivel. Un alojamiento de Lloret de Mar (Gerona) se despegará del destino para buscar y encontrar al cliente exigente. El alojamiento, situado en una joya del modernismo del siglo XX, mezclará gastronomía y experiencias para huir de la masificación de la localidad gerundense. 

Sant Pere del Bosc abrió en 2011 en un palacete en el que los genios del modernismo Josep Puig i Cadafalch y Antoni Gaudí dejaron su impronta. En cuatro años, el establecimiento ha aprendido la lección. «Ofrecemos 19 habitaciones cuidadas. No es suficiente. El pueblo ha recibido mala prensa, y hay bloqueo a la innovación. Nosotros vamos por libre: ahora ofrecemos experiencias», explica a 02B Eva Olmos, propietaria y diseñadora.

Dicho y hecho. El hotel incorporó el pasado año veladas poolside amenizadas con música a la luz de las estrellas. El entorno acompaña: Sant Pere del Bosc se encuentra en un parque natural, rodeado de 70 hectáreas de terreno protegido.

Conquistar por el estómago

Hay más. La nueva apuesta de Sant Pere del Bosc tiene un componente gastronómico. Acoge el restaurante l’Indià, con un menú basado en la cocina catalana y francesa actualizada a las demandas del viajero del siglo XXI. «Hemos rediseñado los platos para adaptarlos a los niveles calóricos y los estándares de calidad más exigentes», explica Olmos. 

Los usuarios de Internet ha premiado su apuesta. El bufé de Sant Pere del Bosc recibe críticas abrumadoramente positivas en las redes, con loas a la carta de vinos, con más de 700 referencias.

Servicios

Con estos mimbres, el cinco estrellas corona su propuesta alojativa con un spa. El establecimiento dispone de piscina interior de agua salada y circuito, baño árabe tipo Hammam, sala de masajes, sala Ayurveda de masajes y la cueva, un espacio de reposo mental.

«Más que un modelo de negocio es una filosofía. El hotel se vale de su ubicación –un edificio protegido en un bosque intocable- y de un nivel de detalle y decoración sin igual», abunda la propietaria. ¿A quién quiere conquistar en esta nueva etapa? «Clubes gastronómicos, routiers franceses o amantes de la cultura y la gastronomía«, concluye Olmos.

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