El Mont-Saint-Michel frena la avalancha de turistas

La abadía de Mont-Saint-Michel (Francia) ha puesto fin a la avalancha de turistas con una nueva pasarela que sólo permite el acceso a pie. Francia prevé que el paisaje marítimo de la isla mareal, muy degradado, se recupere en 2015.

Cerca de un millar de autobuses llegaban al Mont-Saint-Michel cada día. El entorno de la famosa isleta se estaba degradando a velocidad alarmante. Ahora, una nueva pasarela peatonal es el primer paso para recuperar la dimensión natural de este monumento Patrimonio de la Humanidad de la Baja Normandía (Francia).

El puente de madera de 760 metros de longitud impide el paso a todos los vehículos. En cambio, ciclistas y peatones son bienvenidos. A partir de septiembre, el tráfico se reabrirá, pero de forma ordenada. En verano, muchos servicios no podrán pasar. Además, habrá estacionamientos disuasorios a pie de puente.

La intención del proyecto La Baie es que el monte recupere su aspecto original. Para ello, se destruirá el dique-carretera que llevaba centenares de autobuses al día hasta el pie del monasterio. El nuevo acceso garantizará que el peñón quede completamente rodeado de agua veinte días al año, como un siglo atrás.

En efecto, el carácter marino del Mont había casi desaparecido. Afectado por la sedimentación y la masificación, la acción del mar era cada vez menos notoria. A pie de monte, el paisaje se desertificaba.

El ayuntamiento de Baie du Mont-Saint-Michel tomó cartas en el asunto en 2009. Aquel año, construyó una presa para frenar los sedimentos del río Couesnon. Después, llegaron los estacionamientos y el acceso en transporte público a pie de peñón. La pasarela de madera es un paso más en este ambicioso plan, dotado de 184 millones de euros.

Cabe recordar que el Mont-Saint-Michel recibe más de tres millones de visitantes al año. Declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979, el consistorio preveía que, al ritmo actual, estaría rodeado de tierra en 2040.

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