Cantabria pide paso como destino gastronómico

El gobierno autonómico consolida su modelo turístico dando visibilidad a sus chefs. En total, sus fogones acumulan cinco estrellas Michelin. Una alternativa interesante a la cocina vasca.

El turismo en Cantabria tiene que ver con el modelo Sol y Playa. Aunque no sólo. Lo explica el director de Turismo de la zona, Santiago Recio, que exhibe con orgullo los datos macroeconómicos del sector en la zona de este verano. Un crecimiento de visitantes del 10%. Asegura que Cantabria es la costa para Castila León, de ahí se entiende el elevado peso del turismo nacional (el 80%).
      

 
Cantabria quiere conquistar al turista por el estómago. Este verano han aumentado un 10% los visitantes

 
Pero no es sólo por eso que el visitante elige este destino. «La climatología ha hecho que desarrollemos una diversidad de alternativas para el que nos visita», apunta. Entre ese abanico de posibilidades, donde se incluye desde deportes de aventura a realizar talleres con actividades tradicionales –como bien podrían ser amasar sobados–, cada vez cobra más fuerza la gastronomía.

Abrirse camino es duro. Sobre todo, si se tiene en cuenta que los fogones del País Vasco están a aproximadamente una hora en coche de Santander. Pero Cantabria gana adeptos con sus platos tradicionales. Y también con los más innovadores. Entre sus vecinos, figuran cinco chefs con estrella Michelin.

Esta semana, dos de ellos, Fernando Sáenz de la Maza (El Serbal) y Ignacio Solana (Solana) han participado en el acto de promoción Flying Chefs, organizado por Vueling y Turismo de Cantabria. Ambos cocineros realizaron un showcooking a 30.000 pies de altura en el vuelo VY1590 Barcelona-Santander. El centenar de pasajeros que viajo en ese avión pudo experimentar dos tapas elaboradas por cada uno de los cocineros. 

Sainz de la Maza realizó un plato con base de anchoas del Cantábrico y queso artesano de Las Gamillas. La tapa estaba bañada en una salsa romesco, lo que el chef aseguró que era muy conveniente para el viaje al ser de origen catalana. Solana optó por un pulpo con fondo de escabeche y huevas de trucha.

Ambas tapas estuvieron acompañadas de vino de las Bodegas Sel D’aiz (Corvero de Toranza). Asier Alonso se ha hecho un hueco en las mesas de varios restaurantes con sus brebajes. Este ingeniero agrónomo lo dejó todo para montar un proyecto de viñeros lo más natural posible (ni fertilizantes ni insecticidas). «Es un sistema integrado», define el joven bodeguero.

Alonso no es el único que innova. Cantabria está lleno de proyectos interesantes como el que realizan en la quesería de La Jarradilla en Tezanos de Villacarriedo. Su propietaria, Álvaro, que ha renovado la granja manteniendo su aspecto tradicional, asegura que el éxito de sus productos reza en tratarlos como si fueran de lujo.

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Datos básicos para viajar:

Compañía aérea: Vueling
Duración del vuelo: Menos de 1:00 hora desde Madrid
Hotel: Hotel Santemar
Contacto: Turismo de Cantabria

a.
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