¿Parados por ladrillos?

Volver a incentivar la construcción en forma de rehabilitación y renovación turística parece ser la única línea clara de actuación hoy encima de la mesa

Aunque a estas alturas parezca que todos estamos curados de espanto, los resultados de la última EPA (encuesta de población activa) han supuesto, además de un mazazo a la renqueante moral de los españoles, una desagradable sorpresa porque se confirman y consolidan una serie de tendencias para la cuales no hay soluciones evidentes a corto o medio plazo.

La sorpresa además ha venido aumentada ante la expectativa de una significativa mejora en el empleo, tras una temporada turística extraordinaria, que tal y como se anticipaba desde múltiples voces del sector, las mejoras de las ocupaciones con unos márgenes bajo presión no serían suficientes para la creación de empleo.

Uno de cada cinco españoles mayor de 25 años y uno de cada dos entre 16 y 24 no encuentran trabajo. Así hasta 5.095.000. De ellos, el 50% parados de larga duración.

Un panorama estremecedor del que se pueden sacar 4 elementos para el análisis que les quiero proponer.

– Los parados menores de 25 años, más de 650.000, tienen en un 83% de los casos, graves carencias formativas. Provenientes de trabajos poco cualificados en la construcción y en el sector servicios, sus perspectivas de empleo en el actual entorno laboral son prácticamente nulas.

– Más del 50% de los desempleados trabajaban en la construcción y en el sector servicios. Estos conforman además el 77% de los parados de larga duración. Son mayores de 25 años, con una formación deficiente y muy escasas salidas profesionales.

– A pesar de las declaraciones del ministro de Trabajo imputando parte de este incremento del paro a los ajustes recientes en empleados públicos, la realidad es muy diferente. No sólo no se ha reducido el número de empleados públicos, sino que de hecho estamos en un record histórico de 3,2 millones de funcionarios.

– La “decidida apuesta” por los emprendedores de nuestros representantes políticos queda en nada, ya que a nadie se le escapa que sin financiación o crédito es absurdo pensar en un crecimiento de la emprendeduría. Una muestra de ello es que por primera vez desde el año 1987 hay en España menos de 3 millones de autónomos.

Desafío del próximo gobierno

La migración del modelo productivo con una gran dependencia en la construcción y el desarrollo turístico de baja diferenciación, queda como la gran asignatura pendiente que nos deja Zapatero y sus gobiernos, más obsesionados por la búsqueda de los brotes verdes, que por una apuesta clara por la evolución a una economía del conocimiento, la innovación y el diseño, capacidades competitivas más acordes con nuestra estructura de costes laborales.

A las puertas de una elecciones generales que darán paso a un nuevo gobierno, y sumidos en un entorno de incertidumbre económico superior al del año 2008, en donde sólo la atenuante de la expectativa favorable de la coyuntura turística reduce un poco el nivel de sombras de esta perspectiva, a nadie se le escapa el desafío monumental del próximo gobierno, que no sólo tendrá que lidiar con los esfuerzos exigidos por Europa en relación con la contención del déficit y la recapitulación bancaria, además de los esfuerzos suplementarios que exigirán las cajas de ahorros, sino que además tendrá que evitar, con unos recursos menguados y una economía que bordea la recesión, que los niveles de paro se le pongan en doce meses peligrosamente cerca de los 6 millones.

Si la evolución de nuestro modelo económico costaría, además de unas cantidades de fondos que hoy se nos antojan imposibles, unos diez años – y hemos perdido miserablemente los cinco últimos en una pose permanente de brindis al sol – la pregunta es: ¿Qué puede hacer el próximo gobierno a corto y medio plazo para revertir esta peligrosa tendencia?

Tengamos en cuenta 3 elementos:

– La adecuación formativa de más de 2.5 millones de parados a un mercado laboral más exigente y flexible se antoja inviable.

– La reforma de la administración pública todavía no ha comenzado. Lo único que hemos visto de momento son cierres de empresas públicas con empleados que no contaban en la mayoría de los casos como funcionarios.

– La reforma laboral pendiente, tendrá un previsible impacto de incremento de paro a corto plazo por la aceleración de restructuraciones pendientes en muchas empresas.

– Una eventual recesión en la zona euro podría anular el efecto “norte de África” en nuestras ocupaciones y tener una incidencia directa en precios, con lo que el tirón imprescindible del sector turístico tendría muy poco recorrido.

Y mientras tanto, los dos candidatos a la presidencia del gobierno rehúyen en todas sus apariciones públicas cualquier concreción sobre cómo atajar las cifras de paro, y los ciudadanos tenemos que quedarnos simplemente con la idea de que está en la parte más alta de su lista de prioridades.

Algunas pistas de las líneas de actuación

Sin embargo, esta semana hemos tenidos varias señales indirectas que nos pueden dar algunas pistas. Mientras El Mundo publicaba el martes una lista de posibles ministrables de Economía del PP, el miércoles dos de ellos compartían mesa redonda en un evento del Colegio de Odontólogos en Madrid. Piqué y De Guindos coincidían además en algo muy concreto, a corto sólo hay una línea de actuación que nos permita generar cierta tracción económica que pare la destrucción de empleo. Volver a incentivar la construcción.

Al mismo tiempo, en Baleares, el presidente del PP anunciaba esta semana la necesidad de revisar la moratoria de construcción, dado que era un buen momento para revisar iniciativas de desarrollo de áreas turísticas, puertos deportivos y campos de golf.

En Canarias mientras tanto, el gobierno de Coalición Canaria se plantea que la reactivación económica tendrá que venir de la mano de la actividad de la construcción, aunque en este caso en forma de rehabilitación y renovación de las capacidades existentes.

Parados por ladrillos parece ser la única línea clara de actuación en base a todos los elementos que tenemos hoy encima de la mesa. Parados por ladrillos que en el modelo de rehabilitación y renovación turística puede tener algún sentido en cuanto al reposicionamiento competitivo y que permitirá un desarrollo formativo de la masa de empleados de ese sector.

Parados por ladrillos parece ser una de las pocas opciones que nos deja la coyuntura económica, estructura de gran parte de nuestra fuerza laboral y la lamentable gestión pública de los últimos años.

Ahora bien. Si el nuevo gobierno no combina estas acciones paliativas a corto, con una inversión clara en un modelo productivo concreto y específico basado en el conocimiento, la innovación y el diseño, en pocos años 10 millones de parados terminaremos comiéndonos nuestros propios ladrillos.

a.
Ahora en portada