La jugada maestra de Obama

El descongelación de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba son una jugada geoestratégica maestra del presidente Obama, debilitando más a un oso herido por el desplome de los precios del petróleo y el rublo, dos variables intrínsecamente relacionadas.

Se dice que la caída del precio del barril es a su vez una estrategia conjunta norteamericana y saudí para desestabilizar de un zarpazo a las economías de Rusia, Irán y Venezuela.

Las instituciones financieras estadounidenses podrán abrir cuentas con sus contrapartidas cubanas, y las tarjetas de crédito norteamericanas podrán ser utilizadas por primera vez en la isla. Este acceso al mercado cubano es una bonanza para la banca norteamericana, la gran ganadora del presupuesto de 2015, y ahora también del rapprochement cubano-estadounidense.

No sólo Wall Street sale ganando en este partido, también se permitirá la importación a Cuba de productos agrícolas, aparatos y servicios de telecomunicaciones provenientes de Estados Unidos.

Múltiples sectores industriales y agrícolas están celebrando la apertura de un mercado que pronto contará con un incremento sustancial de divisas, ya que el límite de las remesas a Cuba provenientes de EEUU se incrementaran en un 400%, hasta 2.000 dólares trimestrales. El aumento del turismo de EEUU también repercutirá muy positivamente en la economía de La Perla del Caribe.

Debe quedar claro que el embargo en sí no ha sido levantado, eso requeriría un acta del Congreso, ya que el bloqueo económico se apoya en seis estatutos, incluyendo la ley Helms-Burton de 1996 que amplificó y extendió las provisiones de un embargo que dura más de 50 años.

Se cree que este nuevo detente también debilitará la influencia de Vladimir Putin en Latinoamérica, ya que Cuba ha sido durante más de medio siglo el enclave de influencia rusa hacia el sur del continente.

Los elogios a Obama por parte del liderazgo sudamericano ha sido unánime. Cristina Kirchner, Ollanta Humala, Dilma Rousseff y hasta el chavista Nicolás Maduro aplauden esta nueva pincelada geoestratégica. Dado que el embargo ha sido muy criticado en Latinoamérica por la dureza con la que afectó a los ciudadanos cubanos en su día a día, Obama ha hecho mucho por limpiar la imagen negativa y punitiva de Estados Unidos contra la pequeña isla.

Es un hecho histórico que Cuba, a pesar de las crueles restricciones impuestas, hizo mucho con muy poco. La excelencia de los médicos cubanos es mundialmente reconocida, y fue puesta en evidencia en EEUU gracias a la generosa participación de los médicos caribeños en la lucha mundial contra el virus del Ébola.

Como si de un eco del pasado se tratara, el papa Francisco ha jugado un papel pivotal en el acercamiento cubano-norteamericano. Juan Pablo II fue un eslabón clave en el fin de la guerra fría, amenaza mundial desde 1947 hasta finales de los años ochenta. El Vaticano sigue siendo un partícipe clave en el mapa geoestratégico.

Una nota de cautela ante el regocijo general es que los republicanos, los nuevos amos del Congreso a partir del 3 de enero, ya han jurado bloquear los fondos destinados a establecer una misión diplomática en La Habana y se opondrán vehementemente el levantamiento del embargo de Cuba.

Aun así, este es nuestro mejor momento como nación, cuando al olvidarnos de viejas rencillas, creamos nuevas dinámicas de crecimiento y progreso para el bien común.

Rosy Milene Meza es abogada y doctora en jurisprudencia estadounidense

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