Inversiones en China

A pesar de los esfuerzos desarrollados por multitud de personas, empezando por Jordi Vila Fradera y Joan Gaspart Bonet, seguidos por Gaspart Espuña y Ramon Bagó, y dejando entremedio a multitud de personajes y recordando solamente a los malogrados y tristemente desaparecidos Jordi Comas y Climent Guitart; a pesar de ellos y sus esfuerzos, el turismo continúa siendo en el sustrato cultural de nuestros conciudadanos algo que funciona por chiripa, que depende de si tenemos buen tiempo y que unos años da mucho dinero y otros años deja menos. No se considera ni mucho menos un eje fundamental de nuestra economía que supere el 12-14% del PIB, y el 10-12% de los puestos de trabajo. Tampoco se tiene muy presente que sus ingresos equilibran nuestra balanza de pagos y nos permiten números positivos en nuestras exportaciones, porque el turismo entre otras muchas cosas es exportación.

Y, por ello, continuamos creyéndonos las leyendas urbanas que un bienintencionado periodista afirmó un día, que nadie comprueba que sea cierto, y años después continúa siendo una verdad incuestionable. En las épocas del presidente Núñez, un directivo del Barça, bastante corto de inteligencia por cierto, se inventó que el Museo del Barça era el más visitado de Barcelona. Y así ha quedado para la historia. Entonces, yo era presidente del Patronato Municipal de Turismo y, como tal, llamé al mandatario azulgrana que muy amablemente me contestó y me reconoció que era mentira y lo sabían: «es una tontería lo que ha dicho este idiota». Y así quedó la cosa porque no le pedí que desmintiera nada. Sólo quería que ellos fueran conscientes que no era verdad y no lo utilizasen para promocionar el club porque verdaderamente la ciudad no quedaba muy bien parada teniendo un museo deportivo como el más visitado. Más bien nos ponía en el ránking de ciudades provincianas, y no importantes de Europa.

Algo parecido sucede con el turismo chino. No hace mucho recibí la invitación para asistir a una presentación de producto chino. Se abren nuevas agencias para llevar a cabo el receptivo. Los grandes operadores nos ponen en sus listas y una cuantas autoridades que no saben de qué va el negocio lo ponen de ejemplo de nuestras posibilidades de crecimiento futuro. Pues bien, acaban de salir las cifras oficiales de los turistas chinos que han viajado al extranjero. Espectacular. Cien millones de chinos han viajado al extranjero. Eso dicen los titulares y la primera línea añade «de esos cien millones, el 89,5% han visitado Hong Kong, Macao y Taiwán». Ya tenemos la respuesta exacta. Diez millones de chinos han viajado al extranjero: Vietnam, Filipinas, Japón, Tailandia, Indonesia, etc. Y solo 1,6 millones han viajado a Europa. Todos ellos a Londres y al resto de los destinos europeos (cuatro o cinco). Entre ellos, Barcelona. Nos ha tocado una migaja.

Concretamente, en España se calcula 300.000 anualmente. Tampoco muy controlados porque no tienen visado español en su mayoría, sino algún otro visado europeo. Otra leyenda urbana: no vienen más chinos porque los consulados no dan visados. La verdad es que los consulados no dan visados porque nadie se los pide.

Ah, pero lo importante es la calidad de los que vienen, no la cantidad. Si hablamos de negocios e inversionistas, ese es otro esquema y otro tema. La hostelería de las islas ya sean mediterráneas o atlánticas está comprobando cada día la presión de los inversores chinos. No hace mucho, cinco meses, dormí una noche en Las Palmas de Gran Canaria. Me fui a dormir en un hotel canario y me desperté en un hotel chino. Cuando bajé a desayunar unos grandes carteles anunciaban que aquella noche había cambiado la propiedad y ahora era de un grupo hotelero vacacional chino.

Por España en general pueden llegar a pasar 300.000 chinos, cifra que aumenta un poco cada año. Bueno es, pero igual que ustedes no pueden imaginarse a la empresa Coca-Cola gastando el 90% de su presupuesto promocional en la tónica Nordic y el 10% en su Coca-Cola de toda la vida, en nuestro sector no dejan de pedirnos que hagamos exactamente eso: que nos olvidemos de los ingleses, alemanes y franceses y nos dediquemos a los chinos. Los esfuerzos promocionales en China hoy por hoy son en su mayor parte esfuerzos inútiles y las millonarias inversores que el Estado, las comunidades autnónomas y los ayuntamientos hacen cada año con el mercado chino son un termómetro para demostrar el grado de inteligencia con el que se está gobernando: a mayor inversión en China, mayor estulticia acumulada por dicho gobierno.

a.
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