Ferrari

Ferrari es un buen producto automovilístico y también es un buen producto turístico. La decisión de crear un nuevo complejo temático con este producto mítico en Port Aventura es una magnífica noticia y que además tiene todos los visos de ser realidad. No como otros grandes anuncios que hemos conocido y que se van perdiendo en el túnel del tiempo.

Hay que felicitar a los nuevos gestores de Port Aventura, la familia Bonomini, por su decisión. Por una vez y ojalá sirva de precedente, no se nos presentan macro proyectos con cientos de miles de puestos de trabajo que para instalarse requieren cambios legislativos, inversiones públicas en nuevas infraestructuras, exacciones fiscales multimillonarias y ruinosas para los caudales públicos y otras zarandajas que no nos explicaban. Y todo ello se hace empresarialmente, sin ninguna parafernalia y con un calendario creíble también a dos años y unas inversiones realistas y no con inversiones de duros a cien pesetas (y no como antiguamente cuando se vendían a cuatro pesetas).
     

 
Este anuncio tiene los visos de ser realidad, no como otros grandes proyectos que hemos conocido

 
Esta inversión colocará a Port Aventura en Europa. Ya estaba, pero lo colocará de manera diferente porque es una inversión en producto turístico con clientes existentes tanto en el mercado interior como en el mercado exterior. Complementa además perfectamente la oferta de Port Aventura y por lo tanto suma a aquello que ya existe. Y puede ser el motor para catapultar la zona de Salou a nivel mundial. Será la segunda experiencia existente a nivel de todo el planeta y su competencia está en Abu Dabi o sea a la distancia precisa tanto kilométrica como culturalmente para transformarse en complementariedad y no en competencia.

El segmento de los parques temáticos es de un gran complejidad y en muchas ocasiones se han llevado a cabo inversiones en proyectos teóricamente buenos que la realidad ha demostrado lo contrario. Port Aventura por ejemplo es rentable hoy, pero no empezó a serlo hasta que despareció la amortización de la inversión no por haberla pagado, sino por haberla pasado a perdidas. En muchas ocasiones los criterios para la inversión han sido aplicar los parámetros americanos de los usos y costumbres de las familias americanas que vistan regularmente parques temáticos. Pero ese no es el fenómeno en Europa.
     

 
El segmento de los parques temáticos es complejo y no siempre da resultados 

 
Hace unos veinte años en el momento de la inauguración de Port Aventura un estudio sobre la utilización de los parques temáticos por parte de las familias europeas respecto a las americanas señalaba una diferencia inversa: una familia americana visitaba un parque temático cinco veces al año y una familia europea visitaba un parque temático cada cinco años. Supongo que esta diferencia se ha ido reduciendo y por lo tanto en este momento es mucho mayor la utilización a nivel europeo. En cuanto a Port Aventura, los cambios producidos se deben a la aplicación de una política de comercialización y fidelización adecuada. La desarrolló a principios de los 2000 la directora Mercedes de Pablo. Eso y un plan ajustado de inversiones han transformado la situación siendo hoy un producto rentable para la inversión turística.

Con la aparición de Ferrari llueve sobre mojado y por lo tanto se puede prever una magnifica cosecha desde varios ángulos positivos: beneficios para los inversores, creación de puestos de trabajo que tan necesarios son en estos momentos, potenciación de la Costa Dorada como destino turístico de primera línea a nivel europeo, resultados en los esfuerzos, en los que los empresarios de la zona han sido pioneros, para suprimir la desestacionalización y el desarrollo económico de toda la zona.

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