El turismo chino es un cuento chino (1)

Esta frase la he utilizado durante muchas de mis prédicas sobre turismo en el ámbito europeo. También en España aunque nunca entendí por qué el término, que en Europa era aceptado con normalidad, en cambio aquí se consideraba que tal afirmación era una aberración. La realidad es que en los últimos años ha habido un gran esfuerzo promocional de nuestro país en China. Es de alabar ese esfuerzo sin tenemos en cuenta que todos los mercados son importantes y el mercado chino está emergiendo en estos momentos a nivel internacional.

Pero ese esfuerzo y sus consecuencias deben medirse con criterios de inversión y por lo tanto teniendo en cuenta el retorno, no vaya a pasar que nos suceda que como se dice en catalán nos “salga más caro el relleno que el gallo”. Y para que esa inversión sea fructífera lo primero que debe analizarse es el mercado al que nos dirigimos.

No sirve la el tópico de que China es un mercado potencial de más de mil millones. Eso no es cierto. El mercado real al que nos estamos dirigiendo es un mercado inferior al mercado alemán. Estamos hablando de un mercado real de alrededor de 70 millones con alto poder adquisitivo pero también con graves restricciones tanto de nivel económico como político a la hora de decidir su movilidad.
 

 
El mercado real de ese país es inferior al alemán

 
La respuesta a esta reflexión será seguramente que estoy equivocado porque el año pasado 80 millones de chinos salieron de China para ir de turismo al extranjero. Analicemos esos datos.

De esos 80 millones, 54 visitaron Hong Kong, Macao y Taiwán. Para la contabilidad china esos millones son turistas que salen al extranjero pero en verdad el tipo de visado es especial para visitar esos territorios sin posibilidad de que puedan visitar otros países. Por lo tanto nuestro público objetivo, con un alto poder adquisitivo, solo se dirige, a 25 millones de posibles turistas.

De esos 25 millones, a Europa el año 2012 vinieron aproximadamente 1,7 millones y, en concreto en España, recalaron 0,15 millones. Estas cifras no deben desanimarnos respecto a invertir en promocionar nuestros productos turísticos en China, pero deben hacer reflexionar sobre las desproporcionadas inversiones en promoción que realizan sobre todo las administraciones para conseguir unos resultados tan escasos.

¿Se está sembrando para el futuro? Ciertamente, pero las CCAA, las diputaciones, los ayuntamientos, las cámaras de comercio, los organismos de promoción exterior y el propio Estado deben analizar en profundidad si los costes de sus promociones en el mercado chino tienen algún retorno o es un deporte eso de ir a China a pasárselo bien con el dinero del contribuyente.

No digo que no haya que promocionar nuestra oferta turística en China, digo que hay que hacerlo de otra forma. Continuará.

a.
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