Cuenta la Historia que cuando el cardenal Cisneros se hizo cargo de la Regencia del Reino de Castilla a la muerte de Fernando II de Aragón, unos nobles castellanos fueron a visitarlo para preguntarle con qué derechos se arropaba la Regencia a la espera de la llegada desde Flandes del heredero el futuro Carlos I. La respuesta de Cisneros fue muy escueta. Se dirigió al ventanal de su estancia y señalando los cañones situados en el patio de armas les dijo: “Señores, estos son mis poderes”. Allí acabó la conversación.
Esto es lo que hoy deberían decir los líderes de la industria turística española a quienes continúan poniendo en duda la relevancia del turismo en nuestra economía. Sobre todo, por su papel principal como motor de salida del aspecto más sangrante de nuestra situación económica, que es la falta de puestos de trabajo. Por tanto, hay una necesidad de instrumentar los planes necesarios para potenciar aún más la Industria Turística.
71,1 miles de millones de dólares es el gasto producido por los turistas extranjeros en España a lo largo de los 10 primeros meses del año 2013. Ese gasto no son nuestros ingresos por cuanto, como en toda exportación, deben deducirse determinados gastos que se producen allende nuestras fronteras y no se contabilizan en nuestra balanza comercial. Pero aún así la industria turística es nuestra principal fuente de ingresos y el eje central de nuestras exportaciones.
A diferencia de otros sectores de la economía en el Turismo es posible crecer más y sobre todo crecer mejor. La seguridad y la calidad son los dos ejes en los que se basa nuestro éxito en el mercado exterior. E incrementar esta seguridad y calidad con criterios de sostenibilidad energética y medioambiental deberían ser el objetivo principal de nuestra economía. Y también la creación de productos turísticos con criterios de distribución territorial en colaboración con la acción empresarial decidiendo conjuntamente la inversión adecuada de los recursos.
Los cañones los tenía el Cardenal Cisneros y los ingresos por turismo se reparten de manera desigual en el conjunto del territorio. Cuatro CCAA se llevan el 75,1% de estos ingresos, y tienen el 73,2% de los turistas en estos 10 primeros meses del año 2013. La política turística no debe ser repartir lo que llega, sino promover y promocionar adecuadamente nuevos lugares donde crear productos para captar nuevos clientes. Eso quiere decir cumplir las 3 reglas de oro de la Promoción turística: QUÉ, DÓNDE y CÓMO lo vendemos.
El QUÉ es substancial porque la abundancia de atractivos va pareja en muchos lugares con la ausencia de productos. La elección del DÓNDE viene más determinada por modas (ahora tocan los chinos, por ejemplo) que por los análisis de mercado. Y el CÓMO se hace en muchas ocasiones desde el desconocimiento absoluto de los mercados potenciales. ¿Cuántos responsables públicos y privados de la Industria Turística leen trimestralmente los Análisis de Coyuntura de los Mercados Emisores elaborados por las OETs de Turespaña?
