Las cinco mejores torrijas de Madrid
Una ruta única para deleitarse con las torrijas más deliciosas de la capital de España
Con la torrija de La tasquita de enfrente (C/ Ballesta, 6 – 915 32 54 49) fue amor a primer bocado. Hecha con pan brioche y al horno, en vez que frita, es una auténtica delicia. Su artífice, Juanjo López Bedmar, es todo un referente en la capital para probar platos de temporada bien ejecutados. Tanto es así, que hay muchas sugerencias fuera de carta a diario, aunque casi siempre vas a encontrar los grandes clásicos. Uno de ellos es la torrija.
La colección de torrijas de Nunos (C/ Narváez, 63 – 914 09 24 56) es una de las propuestas más esperada del año, para los amantes de lo dulce. Esta temporada José Fernández trae las torrijas que quisieron ser bocadillo. Siete diferentes tipos que rinden homenaje a la pulguita, la hamburguesa, el perrito, el croissant o el panini, en formato mini.
Gracias a la técnica del trampantojo, parecen bocadillos salados, pero en realidad se utilizan ingredientes dulces y la base, excepto en el croissant que es masa de croissant pero tratada igual que una torrija, el resto es pan de torrija. La que más nos ha gustado es la mini hamburguesa: pan de hamburguesa tratado como si fuera pan de torrija tradicional y relleno de una ganache de chocolate de leche, con crema de chocolate blanco por encima, como si fuera queso.
La panadería y pastelería mallorquina Formentor (C/ Diaz Porlier, 7 – 91 431 97 27) está especializada en ensaimadas, también a domicilio, pero durante la temporada de Cuaresma, elabora las torrijas en versión madrileña. Cremosas, secas y doradas por fuera, muy jugosas en el interior, emborrachadas con leche y aromatizadas con canela y corteza de limón. Muchas generaciones de la familia Corteza –desde 1956– se han dedicado, se dedican, y con toda probabilidad, se dedicarán a elaborar algunas de las mejores torrijas de Madrid, escogiendo meticulosamente las materias primas.
El riojano (C/ Mayor, 10 – 913 66 44 82) es un lugar con solera, fundado en 1865 por Dámaso de la Maza, pastelero de la Casa Real y de la reina María Cristina de Nápoles. Dámaso era oriundo de La Rioja, de ahí el apodo con el que se le conocía y que da nombre al establecimiento. Las torrijas de El riojano son artesanales y son de leche o de vino. En Semana Santa, que es cuando las podemos saborear, hacen una media de 100 unidades al día, alcanzando las 800 el Viernes Santo. Se cuenta que también Jacinto Benavente solía venir aquí para degustar las torrijas, que ya por aquel entonces eran leyendarias.
Sólo nos queda desearte una feliz Semana Santa, en la que no falten unas torrijas de diez.