Muere Luis Alonso, el arquitecto que sabía como cambiar las ciudades
El arquitecto barcelonés ha dejado grandes obras como el centro comercial Las Arenas, el complejo Iberdrola y la torre Hesperia, además de numerosos rascacielos, bodegas y centros deportivos en Europa, Asia y Latinoamérica
Luis Alonso ha firmado con su estudio más de 700 proyectos. Foto Alonso | Balaguer.
Luis Alonso prefería el tablero a los focos mediáticos, dedicaba muchas más horas a pensar en cómo diseñar edificios y ciudades más amigables y sostenibles que a presumir por redes sociales. Con su amplia proyección internacional demostró que es posible exportar la marca España al ámbito de la arquitectura como sucedió con la gastronomía.
Alonso falleció en Santiago de Chile a los 66 años. Hacía tiempo que estaba con un pie en la metrópoli sudamericana y con el otro en su estudio de Palo Alto, en Barcelona, pero con la idea de profundizar su relación con la capital catalana, había contado en el podcast de Tendenciashoy en julio.
Más de 700 proyectos en todo el mundo
Con Sergio Balaguer en 1978 crearon el estudio Alonso y Balaguer Arquitectos Asociados que fue un motor de creatividad con su equipo de 50 profesionales, con más de 700 proyectos y realizaciones dispersas en 12 países, como Chile, Colombia, Perú, Honduras, Kazakstán, Brasil, Ucrania, Polonia, Marruecos, Argelia, China, Qatar y por supuesto, España.
Alonso acuñaba términos como promiscuidad funcional, donde defendía que las ciudades y sus barrios tenían que mantener un equilibrio entre zonas de ocio, residenciales y de trabajo; donde el Eixample diseñado por Idelfons Cerdà era un modelo que no se cansaba de promocionar en sus conferencias y libros.
Con su estudio Luis Alonso y su socio Sergio Balaguer firmaron más de 700 proyectos en una docena de países
Partidario de la flexibilidad, abogaba por diseñar viviendas sin paredes, en módulos abiertos, donde el ocupante pueda poner divisiones como si fuera un Lego gigante.
En sus proyectos se acumulan edificios de gran altura, centros deportivos, hoteles, centros médicos, centros lúdicos y comerciales, viviendas sociales, bodegas, edificios multifuncionales, etc.
Veamos cuáles algunos que sintetizan las ideas que Alonso llevó a cabo.
La arquitectura que rehabilita
Una de sus obras más representativas ha sido el Centro Comercial de Las Arenas en Barcelona, en que representó sus ideas de rehabilitación.
La fachada de aires mudéjar se ha mantenido y elevado del suelo, y su interior quedó vaciado como si fuera un fruto al que solo se le deja la cáscara.
“Pero rehabilitar, bajo nuestro punto de vista, no solo consiste en limpiar la cara a antiguos edificios, sino también introducir nuevos usos y funciones y contrastar nuevas formas e imágenes sin miedo”, dijo Alonso.
Por ello se aprovechó la cúpula para hacer un paseo, que al ofrecer vistas de 360 grados de la ciudad, se ha convertido en un nuevo reclamo turístico.
La clave está en la flexibilidad
Como ejemplo de la flexibilidad en la arquitectura se puede tomar el Campus Empresarial Iberdrola, en San Agustín de Guadalix, en la Comunidad de Madrid.
En este complejo la plaza es un gran espacio exterior alrededor del cual se ordenan los diversos edificios, todo cubierto por una gran marquesina ondulante.
La incursión en la arquitectura deportiva
En el sector de la arquitectura deportiva el estudio Alonso y Balaguer firmó más de 60 centros de la cadena Youtopia en 10 países de Latinoamérica.
En Bogotá se está construyendo unos de los rascacielos más altos de Latinoamérica, la Torre Bacatá, de 250 metros de altura
El primero de ellos se realizó en el sector de Los Trapenses, en Santiago de Chile, donde destaca una fachada de doble piel para controlar las diferentes transparencias, en que se desarrollaron nuevas pautas de funcionalidad y actividades.
La ciudad vertical
El mejor ejemplo de su concepto de ‘ciudad compacta’ es la Torre Bacatá, de Bogotá, un rascacielos aún en construcción de 250 metros de atura, que combinará los usos de un hotel, viviendas, oficinas, comercios, centros deportivos y estacionamientos.
Se trata de pensar una ciudad en vertical, donde su diseño escalonado y la estilización del perfil le da un aire de ligereza.
El concepto de la promiscuidad funcional
Para demostrar la eficacia de la promiscuidad funcional Alonso la aplicó en el complejo de rascacielos Príncipe de Gales, en Santiago de Chile, donde se combinan “un magnífico emplazamiento”, una intensa gama de usos como el residencial, oficinas, comercial, deporte, cultura, restauración y un nuevo parque urbano, con una arquitectura “que subdivide tales usos”.
Otras obras de Luis Alonso
En el ámbito de la arquitectura de salud ha sido responsable de los centros del grupo Aire, con instalaciones en Barcelona, Nueva York, Chicago, París, Londres y Vallromanes, donde se han recuperado la antigua tradición de los baños termales.
En su extenso catálogo de trabajos también se incluyen la Torre Hesperia de L’Hospitalet (gran ejemplo de un espacio diáfano recubierto por un exoesqueleto); ciudad vecina a Barcelona donde también diseñó cuatro rascacielos en la Plaza Europa.
Otras obras son el Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA) y el Centro Wellness O2 Pedralbes de la capital catalana, las nuevas Bodegas Protos en Peñafiel y la torre Illa del Cel en Diagonal Mar, Barcelona.
El nuevo estadio del Nàstic de Tarragona, el Palacio de Deportes de Kazakstán en Almaty y la Torre San Ignacio en Tegucigalpa, Honduras, son otras de las obras que ha dejado como legado.
Juan Pedro Chuet-Missé es redactor de Cerodosbé/Tendencias desde 2017, y del Grupo Economía Digital desde 2015. Especialista en destinos fuera de lo común, cultura, estilo de vida, viajes y todas aquellas historias que vale la pena contar.
