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Muere Joan Margarit, el arquitecto de las palabras

Premio Cervantes 2019 y con una treintena de libros publicados, Joan Margarit es uno de los poetas en lengua catalana más leídos

Joan Margarit en una foto de archivo (2027). Foto Enric Fontcuberta EFE.

El pasado 23 de abril, día de Sant Jordi, en lugar de estar recogiendo su Premio Cervantes en Alcalá de Henares, el poeta Joan Margarit regalaba a través de la cuenta de Twitter de la editorial Grup62 sus versos de La llibertat. Definido como ‘arquitecto de las palabras’ por su formación -era además catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona y participó en la construcción de la Sagrada Familia-, Margarit ha muerto hoy a los 82 años a causa de un cáncer.

Defensor de la poesía y la música como “herramientas de consuelo”, Margarit (Sanaüja, Lleida, 1938) publicó más de 30 libros de poesía en catalán y castellano demostrando que era un poeta extraordinario en ambas lenguas.

Consideraba que la cultura es lo único que puede dar valentía a la Humanidad. La suya, por ejemplo, siempre estuvo impregnada de “utilidad moral, más allá del placer estético”, según explica la responsable de su obra antológica Viaje hacia la sombra (2019), Lina Rodríguez Cacho.

Poeta del verso libre

Al recibir el Premio Cervantes, Margarit declaró: “Me interesa la cultura; lo demás no tiene solución».

Su poesía, en la que domina el verso libre, se jacta de buscar la verdad y afronta con pasión las cosas duras de la vida: “Todo lo que es sucio, ruidoso, feo, cansado y violento”.

Para él, la tarea del poeta, igual que la del arquitecto, “consiste en construir una estructura sólida”. Mejor si lo logra con el menor número de palabras posible ya que, decía, “de esta exactitud viene su poder de consolación”.

Margarit es el único poeta que no pronunciará discurso al recoger el Premio Cervantes, cuyo acto de entrega no se pudo celebrar el pasado abril por la covid

Poemario inédito

Pese a la edad, el cáncer, el coronavirus y el confinamiento, Margarit escribió durante 2020 un poemario que considera “el mejor de su carrera”. Se llama Animal de bosc (Animal de bosque), y lo publicarán en pocas semanas Proa y Visor. Su ilusión, según contó en una de sus últimas entrevistas, en La Vanguardia, era sacarlo a la vez que su amigo Luis García Montero. “Me gustaría que fuera uno de los primeros de la libertad que vendrá después de confinamiento”.

Comenzar a escribir en catalán, reconocía, fue la solución a una suerte de problema que era constatar que, al escribir, no salía el poema que antes olió. La poesía, concluía, “puede acabar en otra lengua, pero la primera tiene que estar en una sola lengua”. Por eso siguió escribiendo en catalán, aunque también traduciendo él mismo sus poemas al español.

Joan Margarit en una foto de archivo (2017). Foto: Enric Fontcuberta | EFE.

Entre sus obras más famosas se cuentan Joana (2002), un libro de duelo por la muerte de su hija Joana que escribió, aunque afirmaba que no se debe, “en caliente”, aunque de allí salió una de sus obras más hermosas.

Cálculo de estructuras (2005), Casa de misericordia (2007), Amar es dónde (2015), Restes d’aquell naufragi (2017), con poesías rescatadas de sus primeras obras en castellanos y catalán, o Un asombroso invierno son otras de sus obras destacadas.

Antes de confinamiento publicó una suerte de memorias de la infancia, Per tenir cal guanyar la guerra (Para tener casa hay que ganar la guerra) y también sus reflexiones sobre la poesía que tituló Poètica.

Primer Cervantes sin discurso

Margarit fue reconocido con muchos premios a lo largo de su carreta, como el Carles Riba (1985), el Rosalía de Castro y el Premio Nacional de Poesía, ambos en 2008, el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda (2017) y el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2019.

Ese mismo año se alzó con el Premio Cervantes, si bien el acto de entrega, previsto para el 23 de abril de 2020 en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, no pudo celebrarse como consecuencia de la pandemia. A finales del pasado diciembre, los Reyes viajaron a Barcelona y le hicieron entrega del premio en privado el Palacete Albéniz.

No pudo pronunciar su discurso el poeta catalán; nos quedamos con los versos de su poema La llibertat, que comienza con “la libertad es la razón de nuestra vida, / dijimos, estudiantes soñadores. / La razón de los viajes, matizamos ahora, / su única y escéptica esperanza”. Y acaba “La libertad es una librería. / Ir indocumentado. / Las canciones prohibidas. / Una forma de amor, la libertad”.

a.
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