Un 70% de los visitantes asegura que la experiencia inspira escuchar más música clásica y 8 de cada 10 que acudirían a un concierto sinfónico en directo. Aunque tiene director –Gustavo Dudamel- y orquesta -Mahler Chamber Orchestra-, Symphony no es un concierto ni una película. Es una experiencia inmersiva para descubrir, como nunca lo habías visto, la música clásica. 

Estrenado el pasado 15 de septiembre en Barcelona y después de recorrer otras cinco ciudades -Santander, Valladolid, Madrid, Granada y Málaga-, Symphony regresa a la capital catalana donde estrena sede permanente en el centro cultural de la Fundación ”la Caixa” para da un nuevo impulso a su gran objetivo: llevar la música clásica al máximo número de personas a través de un viaje insólito. 

Este itinerario emocional, guiado por el prestigioso director venezolano, está protagonizado por las composiciones de Ludwig van Beethoven, Gustav Mahler y Leonard Bernstein y se sirve de la realidad virtual para proponer una experiencia inédita: meterse dentro de una orquesta real y sentarse junto a los violines en una gran orquesta sinfónica mientras se interpreta a Beethoven. 

Mientras la propuesta sigue itinerando (el próximo 13 de mayo aterriza en Toledo, para después continuar camino por otras ciudades de España y Portugal), una instalación permanente de la experiencia se inaugura en Barcelona. 

La directora general adjunta de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, Elisa Durán; el director de orquesta Gustavo Dudamel, y el director del proyecto, Igor Cortadellas, han inaugurado en CaixaForum Barcelona la instalación permanente de Symphony, que puede disfrutarse desde el 10 de abril en un espacio diseñado específicamente para acoger esta experiencia en CaixaForum Barcelona. 

Una gran sala ante el Auditorio, dotada con revestimientos de madera y luz tenue, la última tecnología de gafas, auriculares y asientos mejorados, además de un estudio acústico exhaustivo, será el nuevo hogar de este viaje al corazón de la música clásica, de modo que la experiencia convivirá con las demás propuestas expositivas de CaixaForum Barcelona. 

A través de la web del centro se pueden ya comprar y reservar entradas para disfrutar de una experiencia inmersiva puntera a través de la tecnología de realidad virtual. 

La experiencia, que tiene una duración aproximada de 40 minutos, se divide en dos tiempos. Comienza con la proyección de una película panorámica que introduce a los espectadores en el viaje y continúa con un salto a la realidad virtual que permite introducirse en la Mahler Chamber Orchestra.  

Tres jóvenes músicos de diferentes partes del mundo protagonizan a proyección inicial, rodada en Colombia, Nueva York y la costa mediterránea. A través del retrato de los sonidos y de las músicas propias de los lugares donde viven (no hay diálogos, tan solo sonidos), se descubre cómo cada uno de ellos está conectado con la música de su entorno. También cómo estos sonidos aleatorios, gracias al ingenio del ser humano, se convierten en música conectando así diversas culturas.  

A continuación, y una vez colocadas las gafas de Realidad Virtual HP Reverb, de repente, el entorno cambia. Ahora estamos sentados en la Gran Teatro del Liceo y el propio Gustavo Dudamel nos da la bienvenida. Apenas unos instantes después estamos rodeados por los músicos de la orquesta que, en silencio, esperan la indicación del director. Las famosísimas cuatro notas de la Quinta sinfonía de Ludwing Van Beethoven nos atraviesan.  

 

A nuestro alrededor, y en una vista 360º, los músicos distribuidos en familias de cuerdas, viento, metal y percusión, la energía y la mirada del director, la concentración de los instrumentistas. 

La vivencia se traslada después a otro espacio: el taller de un lutier. Allí se observa (y se escucha) cómo las manos del artesano esculpen la madera, cómo se construyen un violín o una trompeta. 

Acompañados de la Primera sinfonía de Gustav Mahler, rodeado de un entorno íntimo y especial, el viaje finaliza de nuevo con la orquesta, que ahora mientras interpreta el jovial Mambo de West Side Story, de Leonard Bernstein.  

El punto de partida del proyecto Symphony, cuyo desarrollo llevó más de cuatro años de trabajo, era hablar del poder emocional de la música desde una perspectiva divulgativa. 

“Queremos contribuir a divulgar la música clásica a través de las composiciones sinfónicas y llevarla al gran público, así como a todos los amantes de la música que se pueden sentir atraídos por ella”, explica la directora general adjunta de la Fundación ”la Caixa”, Elisa Durán. “Orquesta y director se dan la mano para proponer un viaje muy especial y sin precedentes a través de las emociones y las notas de grandes compositores hacia el corazón de la música clásica y del alma humana”. 

Y es que gracias a este viaje se puede entender, a través de la imagen y de la música, cómo, desde la simplicidad de un trozo de madera o de la rudeza de un pedazo de metal, se construye un universo tan sofisticado y bello como el de una orquesta sinfónica.  

De este modo, Symphony deconstruye la orquesta para mostrar la simplicidad, lo que contrasta con el arco infinito de recursos que ofrece a los compositores para expresar ideas y emociones.  

Para Dudamel, “la música puede transcender nuestras diferencias, propiciar el empoderamiento individual y promover la integración social”. Este proyecto, asegura, es una “encarnación perfecta” de esos valores.  

El proyecto comenzó a gestarse hace cuatro años en el Departamento de Música de la Fundación ”la Caixa”, que encargó su dirección artística al músico y creativo Igor Cortadellas. Él llevó a cabo la elaboración del guion y una búsqueda de la tecnología adecuada, mientras la dirección musical recayó en el director de orquesta Gustavo Dudamel.  

Después vendría la parte técnica, desarrollada por la empresa barcelonesa de postproducción y generadora de efectos visuales y animación digital Glassworks. El estudio Visualise, con sede en Londres, se sumó para completar la ejecución de trabajos relacionados con la realidad virtual. 

La filmación final tuvo lugar en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en agosto de 2019 a través de un prototipo de cámara Meta One creada para la ocasión, que permitió grabar escenas con poca luz y con un rango dinámico mayor que cualquier otra cámara de 360 grados existente. Todos los grupos instrumentales fueron meticulosamente grabados con una mezcla de micrófonos digitales y analógicos para recrear todos los matices de la orquesta.  

En total, más de 250 personas trabajaron para realidad este proyecto, un centenar de ellos en el ámbito artístico, que van desde el lutier David Bagué a los 60 músicos de la Mahler Chamber Orchestra, pasando por 41 jóvenes artistas de la Fundación Gustavo Dudamel. Músicos de 22 países y 5 continentes. 

Como explica Igor Cortadellas, “ha sido muy emocionante ver cómo se han ido sumando equipos, creando alianzas, complicidades, compartiendo la ilusión de hacer este proyecto tan grande pero que al final tiene la fragilidad y la delicadeza de una pequeña caja de música”. Symphony, concluye, es “una invitación a cruzar el umbral del mundo de la música, una puerta de acceso a un universo sin límites que contiene la expresión más pura del espíritu de la humanidad«.