Swing con nombre de mujer

En plena segunda ola de covid-19, el Festival de Jazz de Barcelona presenta una edición marcada por la excepcionalidad y con un sello marcadamente femenino

I'M A SOUL WOMAN APHONICA. Foto: Marta Low Rider.

I’M A SOUL WOMAN APHONICA. Foto: Marta Low Rider.

Está claro que muchas cosas están cambiando en el mundo de la música, y no sólo a causa del coronavirus. Como en tantos otros ámbitos, las mujeres están ocupando lugares que hasta no hace demasiado tiempo eran cotos vedados de la masculinidad. Uno de ellos es el jazz y fruto de ello, este año su presencia será más que destacada en la 52 edición del Festival de Jazz de Barcelona.

Marcado claramente por la crisis sanitaria, que ha mermado de manera drástica la cantidad de figuras internacionales, el festival ofrecerá, hasta el 29 de enero de 2021 una programación de más de 30 conciertos, dentro de los cuales brillan con luz propia un buen puñado de nombres femeninos.

Algo nada premeditado y muchísimo menos una cuestión de cuotas, según su director Joan Anton Cararach. Sólo una demostración más “de que la presencia de la mujer en la talentosa escena musical española y catalana ya es algo habitual”, aunque también reconoce que “hasta no hace tantos años era difícil encontrar el nombre de una mujer, que no fuera cantante,  encabezando un espectáculo. De hecho, esta tónica recién se rompe en el año 2000, con la pianista Eliane Elias. Afortunadamente, en la actualidad esta anormalidad se ha acabado”.

Así las cosas, esta nueva edición de una de las citas más importantes del jazz español centrará su mirada en la cantante y compositora Sílvia Pérez Cruz, protagonista del Retrato de Artista con cuatro conciertos.

También estaba previsto que el siempre atrayente concierto inaugural estuviera a cargo de una mujer, la soprano Nathalie Dessay, con un recital en homenaje al pianista y compositor Michel Legrand, pero las restricciones de movilidad impuestas por la pandemia han obligado a aplazarlo. En su lugar, coge el testigo, el 28 de octubre en la sala BARTS, la joven cantaora flamenca María José Llergo, a quien el festival da voz dentro del ciclo De Cajón!, centrado en el arte jondo y que también forma parte de su programación.

Será la primera de una docena de citas imprescindibles. Estas son las claves para no perderse ninguna de ellas.

Retrato de Artista

A Sílvia Pérez Cruz no le hacen falta presentaciones. La cantante de Pallafrugell lleva cerca de dos décadas seduciendo con los múltiples y flexibles registros de su voz y de su música. “La hemos escogido como protagonista del Retrato de Artista por el fuerte vínculo que tiene con el festival, en el que debutó en 2006 como miembro del Joan Monné Nonet”, explica Joan Anton Cararach.

Silvia Pérez Cruz. Foto (c)Alex Rademakers.
Silvia Pérez Cruz. Foto (c)Alex Rademakers.

La mirada hacia la figura de Pérez Cruz será poliédrica y arrancará, el 29 de octubre, en la Sala Barts, donde la cantante explorará, en compañía del contrabajista Javier Colina, un repertorio que pasa por el filin cubano, la música brasileña y temas propios.

El 11 de noviembre, en el Palau de la Música, presentará su último disco, Farsa (género imposible), un disco que aúna canciones cuyo común denominador es haber sido escritas para otras disciplinas y en las cuales la maternidad es un concepto muy presente. Será una actuación en solitario y austera, porque un mes después, esta vez en el Gran Teatre del Liceu, esas mismas canciones volverán a sonar, ahora con el acompañamiento de los músicos de la Farsa Circus Band.

El Retrato de Artista de Pérez Cruz se completa, el 24 de noviembre, con otra primicia, el espectáculo Abril 2020, con temas compuestos por la artista durante este difícil período y que llevará al escenario con la colaboración de jóvenes músicos del jazz catalán.

Recordando a Marlene

A falta de Dessay, este año la gran figura internacional femenina será (si el virus no lo impide) la alemana Ute Lemper, que regresa a Barcelona el 6 de noviembre con un programa dedicado a otra mujer que rompió moldes en su época, Marlene Dietrich

Rendez-vous with Marlene es un espectáculo construido a partir de una larguísima conversación telefónica —¡nada menos que tres horas!— que ambas sostuvieron en 1988 y que ha dado como resultado un espectáculo en el que Lemper repasa la vida y las canciones de la mítica actriz y cantante, fallecida cuatro años después.

Homenaje también a una figura legendaria, en este caso el pianista y compositor cubano Ignacio Vila, Bola de Nieve, será el que protagonizarán, el 31 de octubre en el Teatre-Auditori de Sant Cugat, Martirio y Chano Domínguez, que con este trabajo han vuelto a reencontrarse después de quince años sin firmar ningún trabajo conjunto.

Voces cercanas

Con el coronavirus limitando los desplazamientos, el Festival de Jazz se llena este año de artistas de proximidad. Entre ellas, la imprescindible Andrea Motis, protagonista de una de las trayectorias más nóveles y meteóricas del género. Trompetista, saxofonista, cantante y compositora, en 2010 debutó en el festival con sólo 15 años como miembro de la Sant Andreu Jazz Band y al año siguiente protagonizó su primer recital como cabeza de cartel.

Desde entonces ha sido una presencia habitual en el ciclo, que en su pasada edición le dedicó el Retrato de Artista. Este año vuelve al Palau de la Música (28 de enero) con A Swingin’ Story, un nuevo trabajo en el que forma dúo con el vocalista norteamericano Randy Greer.

También tiene nombre de mujer el espectáculo I’m a soul woman (12 de noviembre, Barts), en el que un grupo de cantantes de la escena barcelonesa —Koko-Jean Davis, Brigitte Emaga, Clara Gispert, Tonia Richardson y Myriam Swanson— rinden homenaje a las grandes voces de la música negra.

Pero aún hay más. El 8 de noviembre, en el Palau Robert, estará la cantante y guitarrista de Chicago Tori Sparks. Afincada desde hace años en Barcelona, Sparks cultiva una singular fusión entre la música americana y el flamenco y en esta ocasión presenta su último disco, Wait no More. Otro diálogo musical entre ambos lados del Atlántico es el que ofrecerán en el Conservatori del Liceu, el 23 de noviembre, la pianista madrileña Marta Sánchez —favor no confundir con la cantante pop del mismo nombre— y el trompetista californiano Ralph Alessi, con un concierto en el que la improvisación abierta se mezclará con los estándares del jazz.

El Auditorio del Centro Superior de Estudios Musicales será la sede de las propuestas más juveniles del festival; entre ellas, la de una artista cuyo nombre habrá que seguir con atención en el futuro: la trombonista Rita Payés. Hija de músicos —su madre es la guitarrista Elisabeth Roma— y formada también en el seno de la Sant Andreu Jazz Band, visitó el festival el pasado año con un proyecto propio y ahora vuelve para acompañar al pianista Lucas Delgado y al contrabajista Juan Pastor en la presentación de su disco de debut, La Punta de l’Iceberg (30 de noviembre).

I'm a soul woman. Foto: Marta Low Rider.
I’m a soul woman. Foto (y foto de portada): Marta Low Rider.

Por último, el 3 de diciembre, otras dos representantes de las nuevas generaciones de la escena musical, la pianista Carolina Alabau y la violinista Èlia Bastida, se unen por primera vez como dúo en un proyecto que fusiona composiciones propias, bossanova, canción mediterránea y jazz. Definitivamente, el futuro del jazz tiene nombre de mujer.

Con motivo de las nuevas restricciones impuestas por la situación sanitaria, todos los conciertos programados inicialmente a las 20:30 o a las 21:00 horas comenzarán ahora las 20:00, excepto el de la primera artista, Maria José Llego, que mantiene el horario original de 20:30 horas. 

a.
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