Som de Mar: música en un jardín secreto

No todo está perdido: el 22 de agosto nace un nuevo festivalSom de Mar, una propuesta fresca y ecléctica en un entorno paradisíaco, los Jardines de Santa Clotilde de Lloret de Mar

Quien crea que estos no son buenos tiempos para la cultura, se equivoca. Mientras muchos festivales de verano se ven obligados a cerrar puertas o, en el mejor de los casos, a ofrecer una programación reducida, hay quien se decide a coger al coronavirus por los cuernos y saltar a la arena. Tal es el caso del nuevo festival Som de Mar de Lloret de Mar, una de las localidades más turísticas de la Costa Brava y por lo mismo, también una de las más perjudicadas por la crisis sanitaria.

La iniciativa es fruto del empeño del promotor Carles Gilibets quien, a pesar de las circunstancias, ha querido poner en marcha un proyecto que aspira a equipararse en el futuro con cualquiera de las grandes citas musicales del verano catalán.

De entrada, el nuevo festival cuenta con un poderoso as bajo la manga: su paradisíaco y secreto escenario, los Jardines de Santa Clotilde, una atalaya privilegiada sobre el Mediterráneo a cuyos pies se enamoraron Penélope Cruz y Matthew McConaughey cuando rodaban la película Sahara.

Apuesta de riesgo

Con la colaboración del ayuntamiento de Lloret, Som de Mar se celebrará entre el 22 y el 30 de agosto. Serán nueve jornadas musicales que ofrecerán un cartel amplio y ecléctico, que incluye nombres como los de José Mercé, Mikel Erentxun, Judit Nedderman o la banda tributo Abba The New Experience.

“La idea surgió durante estos meses de confinamiento y en parte a raíz de haber tenido que anular otro festival, el Terramar de Sitges”, explica el promotor Carles Gilibets. “Yo soy de la Costa Brava y, viendo las dificultades que habría este año con el turismo internacional, pensé en la posibilidad de hacer un festival para el turismo nacional. Compartí esta idea con el ayuntamiento de Lloret y como hacía años que ellos tenían también en mente la organización de un festival, decidimos ponerlo en marcha. Y hacerlo ahora, no el 2021”.

Con la decisión tomada, el reto fue dar con el emplazamiento idóneo para el proyecto. Y lo encontraron

Balcón al Mediterráneo

La cita será en los Jardines de Santa Clotilde, quince hectáreas de uno de los mejores jardines botánicos mediterráneos de Europa, situados en un acantilado con impresionantes vistas al Mediterráneo y a cuyos pies se deslizan dos de las mejores playas de la zona, la de Fenals por el norte y hacia el sur, sa Boadella, la preciosa cala escenario de algunas de las ardientes escenas de Sahara.

El origen de estos desconocidos jardines se remonta a principios del siglo XX, cuando Raül Roviralta, médico y empresario barcelonés, encargó al arquitecto Nicolau Rubió i Tudurí el paisajismo de una propiedad conocida como La Proa, que acababa de comprar en Lloret de Mar. Rubió i Tudurí buscó inspiración en los antiguos jardines del Renacimiento italiano y creó un espacio de impresionante belleza donde la exuberante vegetación abraza estatuas de sirenas que flanquean la majestuosa escalinata que se desliza al encuentro con el horizonte. Un romántico entorno cuyo propietario rebautizó con el nombre de su esposa, Clotilde Rocamora i Roses, una joven de la alta burguesía catalana que apenas tuvo tiempo de disfrutar de ese jardín de ensueño. Clotilde murió en 1926, con sólo 33 años, y se dice que su esposo paseó su cuerpo por el recinto antes de darle sepultura.

Declarados Bien Cultural de Interés Nacional por la Generalitat de Cataluña en 1994, los jardines pasaron a manos del ayuntamiento de Lloret de Mar en 1997, si bien la familia conservó la residencia y los espacios adyacentes. La zona se abrirá por primera vez al público para acoger el escenario del festival, que estará situado delante de la fachada de la mansión, que hasta ahora se había resistido a mostrar sus secretos. “Incluso Fellini quiso rodar aquí una película, pero la familia siempre se negó”, explica el organizador del festival. Hasta ahora.

Música y vistas al mar

Con un aforo limitado a 400 personas, un tercio de su capacidad, Som de Mar arrancará el 22 de agosto con un concierto de carácter también muy especial. Una velada solidaria protagonizada por el pianista clásico francés Laurent Martin, cuyos beneficios se destinarán a familias de Lloret afectadas por la crisis del coronavirus.

Por esta razón excepcional, las entradas para este concierto tienen un precio de 50 euros, en tanto que para los restantes espectáculos se han fijado tarifas que van desde los 16 a los 35 euros. “No queremos excluir a nadie, ni por estilos musicales ni por precios”, asegura Gilibets.

Tras la gala inaugural, la cita continuará al día siguiente con la cantautora Judit Nedderman y el 24 habrá el reencuentro con la legendaria música de ABBA. El 25, la cantante Gemma Hummet compartirá escenario con el humor de Fel Faixeda, y el 26 habrá otra voz femenina, la de Sofia Ellar. El 27 será el día del espectáculo familiar con El Pot Petit y ya en la recta final estarán Ramon Mirabet, con su disco Begin Again; la legendaria voz de Duncan Dhu, Mikel Erentkun, y para cerrar, el poderío flamenco del gran José Mercé.

“La idea es que el público no sólo venga a disfrutar de la música sino de unos jardines maravillosos que mucha gente no conoce”, remata el promotor. Seguro que doña Clotilde estaría encantada.