Poveda: lorquiano y muy, muy cercano

El cantaor de Badalona derrocha madurez y sabiduría artística en un inusual recital de pequeño formato en Casa Seat de Barcelona

Poveda en Casa Seat

Poveda en Casa Seat

La distancia corta siempre es un privilegio. Y más en tiempos de COVID. Razón doble pues, para aplaudir la iniciativa de Casa Seat, el nuevo centro de actividades que la firma automovilística ha abierto en Barcelona, a la hora de invitar al cantaor Miguel Poveda para inaugurar una semana de actividades de pequeño formato con motivo de las fiestas de la Mercè de la capital catalana.

En un momento de espléndida madurez artística y tres décadas de trayectoria, el cantaor de Badalona se da el lujo de llenar —pandemia al margen— cualquier aforo, incluyendo plazas de toros, estadios o coliseos líricos. Por lo mismo, tenerlo al alcance de la mano resulta una experiencia singular y única, un encuentro de alto voltaje emocional que depara la posibilidad de una comunicación insospechada entre público y artista.

Esa es la perspectiva que se impone para hablar del recital tan íntimo como vibrante que ofreció Poveda, la tarde del 21 de septiembre, ante un reducidísimo aforo presencial, menos de un centenar de personas, y una ilimitada audiencia virtual, vía streaming, en el auditorio de Casa Seat.

Poesía jonda

Acompañado tan sólo por Jesús Guerrero a la guitarra y con Joan Albert Amargós —ese músico tan fundamental en su carrera— al piano y los teclados,  Miguel Poveda se volcó en su actuación igual que si lo hubiera hecho ante miles de espectadores. Y quienes estaban allí para verlo le devolvieron, con igual intensidad, su entrega.  “La madre que te parió”, fue lo menos que le dijeron en una jornada apoteósica para uno y para otros.

Poveda en Casa Seat.
Poveda durante su actuación el pasado 21 de septiembre en Casa Seat.

Los previstos 60 minutos de actuación se convirtieron al final en casi 90, que el cantaor dedicó en buena parte a Enlorquecido, el disco con el que ha rendido homenaje a su poeta de cabecera, Federico García Lorca. Y con uno de los temas de este trabajo, Alba, Poveda abrió un repertorio lorquiano que también hizo escala en las canciones populares armonizadas por Lorca; la célebre Oda a Walt Whitman; su intensa versión de la Carta a Regino Sainz de la Maza  y una escalofriante El Silencio, que contuvo la respiración de todo el público.

Entre unas y otras Poveda habló. Y mucho. Cómodo y relajado en aquel petit comité, el cantaor aprovechó para reivindicar la cultura en tiempos de confinamiento sanitario —“la cultura no debe estar escondida ni amordazada”, dijo— y ensalzar la figura del poeta de Fuente Vaqueros, “un ser de luz por su compromiso social, sentido de la justicia y amor al desfavorecido”.  

De paso, recordó la anécdota que vincula a García Lorca con la copla Ojos Verdes —“al parecer le apuntó algunos ideas a Rafael de León una tarde que se encontraron en el Café Oriente de las Ramblas de Barcelona”—, que también interpretó, por supuesto.

Recuerdos de Barcelona

¡Cuánto ha crecido Miguel Poveda desde que ganara la Lámpara Minera en el Festival del Cante de las Minas de La Unión en 1993! Y si no que se lo pregunten a Lluís Cabrera, fundador del Taller de Músics, el centro formativo al que Poveda estuvo tan ligado en sus inicios, primero como alumno y luego como profesional, y que estaba sentado entre el público.

De aquella época, recordó su colaboración con el gran Enrique Morente en dos producciones  del Taller para las fiestas de la Mercè de finales de los 90 —Enrique Morente y las Voces Búlgaras y la Misa Flamenca—y dejó caer unas cuantas anécdotas sobre el recordado maestro del cante, que abrieron la puerta a la parte más jonda de su actuación.

«La cultura no debe estar escondida ni amordazada»

Miguel Poveda

Hubo cante por tangos, apuntó un fragmento de Triana, puente y aparte, y para finalizar, sendos homenajes a otras dos figuras claves del género, El Lebrijano y Camarón, del que ofreció su “visión más íntima y complicada” de La leyenda del tiempo.

Despedida pues, por todo lo alto, para un artista fundamental que sigue empañado en explorar una diversidad sonora —así lo anunció al término de su actuación entre bastidores— que le ha situado en un lugar de privilegio de la música española.

Arte y medioambiente

Tras la actuación de Poveda, Casa Seat continua su agenda de actividades  gratuitas (previa reserva de entradas) vinculadas a la Mercè 2020 con una charla del activista medioambiental y miembro fundador de Greenpeace Rémi Parmentier, el 22 de septiembre.

Al día siguiente, el centro abre sus puertas a Alba G. Corral, una de las artistas visuales más reconocidas del momento y esta temporada también artista invitada del Palau de la Música Catalana, que presentará una innovadora performance audiovisual titulada A taste of nature, en la que combina programación de código, vídeo y música en directo.

Finalmente, el jueves 24 de septiembre, el espacio se convierte en el escenario de Clowntífics, una pieza teatral dedicada al público infantil con la cual la plataforma de divulgación científica Big Van Ciencia aborda la lucha contra el cambio climático.

Casa Seat es un centro de actividades situado en la confluencia de dos de las arterias más importantes de Barcelona, Diagonal y Passeig de Gràcia. Inaugurado el  16 de junio de 2020, su objetivo es dedicar sus futuristas y transparentes instalaciones —2.600 metros cuadrados en total— como espacio de reunión y debate en torno a la movilidad del futuro y cualquier otro tema cultural o social.   

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