El secreto encanto de la música en Pedralbes

El Festival Jardins Pedrables enfila su recta final encadenando un sold out tras otro, al tiempo que exporta su exitoso modelo a La Cerdanya

Hoy en día, para que un festival sea un festival de éxito, no sólo hace falta una buena programación. El público espera y quiere recibir algo más que un concierto. Es lo que se ha dado en llamar “una experiencia”.

En otras palabras, mucho antes de que el espectador se acomode en su asiento tiene que haber tenido la opción de disfrutar de buena gastronomía, un entorno de ensueño y hasta un aperitivo musical.

Todo eso es lo que va incluido en el exitoso modelo del Festival Jardins de Pedralbes, evento auspiciado por Banc Sabadell, que en menos de una década ha conseguido consolidarse entre los más fuertes en su género. De hecho, todo le ayuda.

Uno de los grandes festivales en plena ciudad

Situado en los jardines de un histórico palacete, residencia de la familia real española en sus visitas a Barcelona durante el primer tercio del siglo XX, este festival constituye una oferta de ocio con el mismo perfil de los grandes festivales del litoral catalán, pero sin necesidad de salir de la ciudad y hasta con una estación de metro, Palau Reial, en la misma puerta de entrada al recinto.

La pandemia no consiguió callarlo el pasado verano y la actividad, aunque reducida, se  mantuvo reconvertida en FesPedralbes. Este verano ha regresado por todo lo alto. ¿Resultado? Diez sold outs consecutivos nada más arrancar y una novena edición que está siendo, en palabras de su creador, el promotor Martín Pérez, “el mejor verano de nuestra vida profesional”.

Abanico de sensaciones

Desde sus inicios, el festival de Pedralbes ha apostado por una programación ecléctica, donde tuvieran cabida desde figuras legendarias a jóvenes voces, en un amplio abanico de sabores y colores, que va del pop-rock a la clásica pasando por el jazz, la canción, flamenco o el ballet.

La fórmula funciona y aunque las visitas internacionales no han podido ser las de siempre, el festival sigue deparando opciones para todos los públicos, con figuras tan variadas como Raphael, Rosario, Sara Baras, James Rhodes, Manel o el eurovisivo Salvador Sobral, entre los que ya han pisado su escenario.

Ahora, ya en la recta final de los 42 conciertos con que finalmente se cerrará la edición de este año, las entradas también están a punto de agotarse en muchas de las actuaciones que vienen.

Entre las próximas actuaciones se encuentran la de Jorge Drexler (para el cual no quedan entradas), una gala de ballet con las estrellas de la Ópera de París y el musical Jardines de Bradway, con Àngel Llàcer y Manu Guix, además de las actuaciones de, entre otros, Nathy Peluso, Miguel Ríos, Andrea Motis, Sidonie y María Arnal y Marcel Bagès que cerrarán el cartel el 24 de julio.

Una noche mágica

Pero la oferta del Festival Jardins Pedralbes no se limita al concierto. A partir de las 19:30 horas, las puertas se abren para ofrecer un atardecer inolvidable en uno de los jardines más bellos de Barcelona.

Entre senderos serpenteantes y frondosos, el público puede dejarse sorprender por algunos de los secretos que atesora este rincón de la ciudad; entre ellos, dos obras de Antonio Gaudí: una pérgola parabólica cubierta de enredaderas y la fuente de Hércules, con una cabeza de dragón de hierro forjado de donde mana el agua.

Este año, las exigencias sanitarias han tenido como feliz consecuencia que el Village, la zona destinada a la gastronomía, el relax y los aperitivos musicales, haya multiplicado nada menos que por cinco su superficie. Así, los visitantes pueden ocupar prácticamente todo el recinto de los jardines y hacer, de cada uno de sus rincones, su paraíso personal.

La oferta gastronómica, abierta hasta la medianoche, también es más amplia que nunca, con ocho propuestas diferentes a gusto de todos los paladares.

Música en los Jardines

El acceso a la Zona Village no se limita sólo al público de los conciertos. Una entrada por valor de seis euros permite acceder a este paradisíaco entorno que este verano no ofrece uno, sino dos aperitivos musicales.

Entre las 20:30 y las 21:30 horas, dos escenarios situados en ambos extremos del recinto acogen simultáneamente las actuaciones de artistas y formaciones emergentes, con estilos siempre en sintonía con el concierto principal y de cuyo sonido se puede igualmente disfrutar, aunque no se disponga de localidades para verlo.

Cuando acabe el festival habrán sido 108 artistas los que habrán pasado por los escenarios Seat Mó y Alhambra, algo, sin duda, a tener también en cuenta después del parón cultural ocasionado por el coronavirus.

De Barcelona al Pirineo

“He dirigido 57 ediciones de festivales y nunca había vendido tantas entradas y tan rápido como ahora. Vamos a agotar localidades en 33 de los 42 conciertos, algo realmente insólito, pero que nos está diciendo que la gente tiene ganas de salir y de vivir”, explica Martín Pérez que, para redondear, este año ha decidido trasladar el modelo de Pedralbes a la comarca pirenaica de La Cerdanya.

El nuevo Cerdanya Music Festival se desarrollará del 12 al 22 de agosto y ocupará una superficie de 60.000 metros cuadrados en el municipio de Alp, situado a escasos kilómetros de Puigcerdà y la frontera con Francia. “Esta es una zona muy turística y, sin embargo, no había ninguna oferta de este tipo. Estoy seguro que será todo un éxito”, afirma el promotor.

De fácil acceso a través de la carretera que une Alp con el aeródromo de La Cerdanya, el nuevo festival tiene un formato muy similar al de Barcelona, zona Village incluida. El honor de abrir esta primera edición le corresponderá a los Gipsy Kings, tras los cuales actuarán Aitana, Morat, Sopa de Cabra, Nathy Peluso, Rosario, Manel, Hombres G y Miguel Ríos.