‘Los cuentos de Hoffmann’ o la imposible búsqueda del amor ideal

Una onírica producción de la ópera inacabada de Offenbach estrena el nuevo año en el coliseo lírico barcelonés

Los cuentos de Hoffman en el Liceu. Foto: © A. Bofill.

Con los teatros europeos cerrados a causa de la pandemia, España se ha convertido en una suerte de oasis para la lírica. De momento, y mientras las autoridades sanitarias no digan lo contrario, la ópera sigue alzando el telón a pesar del coronavirus. En los próximos días es el turno del Gran Teatre del Liceu, que inaugura este esperanzador 2021 con un título exuberante, Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach.

La obra, una onírica producción que lleva la firma del francés Laurent Pelly, podrá verse desde el 18 de enero al 1 de febrero, a lo largo de diez funciones que contarán con un doble reparto que reúne a 17 cantantes.

En los roles principales estarán los tenores John Osborn y Arturo Chacón-Cruz como Hoffmann, y las sopranos Ermonela Jaho, en el papel de Antonia; Olga Pudova y Rocío Pérez como Olympia, y Nino Surguladze y Ginger Costa-Jackson en el de Giulietta. Al frente de todos ellos, el italiano Riccardo Frizza, en la que será su quinta visita al foso del Liceu.

Trailer de la producción del Liceu.

“Estamos haciendo estos Cuentos de Hoffmann con una entrega total. Todo el mundo se ha puesto al servicio de la música y de la escena porque en estos momentos España es el único país de Europa que mantiene sus teatros abiertos. Y en ese sentido, los que estamos trabajando aquí podemos considerarnos unos auténticos privilegiados”, asegura el director Riccardo Frizza.

Ópera inacabada

Obra maestra del romanticismo francés, Los cuentos de Hoffmann forma parte del lamentable catálogo de obras que quedaron inacabadas a la muerte de su autor. En este caso, Offenbach —fallecido en 1880— dejó escritas cinco partes, un prólogo, un epílogo y tres actos, que se han ido representando con modificaciones desde su estreno en 1881.

Basada en una serie de relatos fantásticos del alemán E.T.A. Hoffmann, la obra narra la historia del propio poeta que, empujado por su musa, busca a la mujer ideal, encarnada por las protagonistas de cada acto: Olympia (una autómata), Antonia (una joven cantante enferma, que en el contexto actual remite inevitablemente al sufrimiento de la pandemia) y Giulietta (una cortesana veneciana). 

La musa, sin embargo, sólo busca el fracaso amoroso de Hoffmann, para que éste pueda dedicarse de lleno a la poesía.

‘Los cuentos de Hoffman’ inagura el año en el Liceu. Foto: © A. Bofill.

Fiel al original

La versión de Laurent Pelly, que utiliza el recurso del viaje onírico del protagonista, busca acercarse lo más posible a la idea del autor, manteniendo el orden original de los actos y sustituyendo los recitativos que se añadieron tras la muerte del autor por diálogos hablados, como era su deseo. 

Asimismo, respeta la voluntad de Offenbach de alejarse en esta partitura de la ligereza de las operetas que le hicieron famoso a favor de una gran ópera, apostando por un montaje en el que imperan las tinieblas de la noche y donde sueño y realidad se entrelazan.

“Ésta no es una ópera divertida, sino más bien oscura. Offenbach estaba muy enfermo cuando la escribió y creo que su intención era hacer una ópera seria, pero no le dio tiempo. Quería hacer una ópera total para cantantes extraordinarios”, asegura Agathe Mélinand, responsable de los diálogos y del libreto.

Su director la define como una ópera «oscura». Foto: © A. Bofill.

Frizza también considera que se trata de “una ópera muy diferente a las demás. De entrada, su estructura es distinta porque no se trata de una historia larga, sino que los tres actos son muy diferentes entre sí, tanto desde el punto de vista dramatúrgico como musical. Incluso cada protagonista tiene una línea melódica diferente. Es un gran reto dirigirla”, advierte Frizza.

Volver a escena

Pero más allá de la belleza del montaje, la puesta en escena de estos Cuentos de Hoffmann está resultando una auténtica bendición para el elenco artístico.

“Mi última actuación fue el 8 de marzo. Volví a un escenario hace tres meses, en Oviedo, con I Puritani. El tiempo que he estado parado ha sido muy difícil, porque si sientes que tu propósito de vida desaparece, comienzas a dudar de todo, hasta del futuro de la ópera” señala el tenor John Osborn.

Y añade: “Ahora España es el único país que está permitiendo hacer actuaciones y hay que aplaudir este esfuerzo.  Es una vergüenza que otros países no hayan ni siquiera probado lo que se está haciendo aquí: abrir un camino que después pueden seguir los demás”,

Los cuentos de Hoffman. Foto: © A. Bofill.

Sus compañeras de reparto se expresan en términos parecidos. Exultante, Ginger Costa-Jackson afirma que éste es su primer trabajo “después de ocho meses de ir por casa en pijama”, mientras que Olga Pudova confía en “poder hacer todas las representaciones previstas y repartir felicidad entre el público”.

Ermonela Jaho, por su parte, considera que “la cultura y la música son el lenguaje de nuestras almas” y que la situación vivida a raíz de la pandemia “nos ha permitido darnos cuenta de la fragilidad de nuestra existencia. Pero como artistas debemos trabajar todos juntos y  demostrar que la cultura es segura. Y vosotros estáis dando ejemplo al mundo”.

Como en la historia, el montaje también tiene sombras. Debido a un contacto externo, tres intérpretes están en aislamiento preventivo hasta el 18 de enero. Además, y para poder adaptarse a las restricciones de movilidad que impone el toque de queda, la ópera se ha reducido en unos diez minutos, recortando algunos diálogos y reiteraciones musicales. “Nada que afecte a la estructura de la obra”, asegura el director. 

Por lo mismo, el horario de las funciones se adelanta a las 18:30 horas y, en caso de que las restricciones cambiaran en los próximos días, el Liceu afirma que tiene “todos los escenarios planteados”.

Ermonela Jaho interpreta el papel de Antonia en la Ópera de París en 2016.

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